Después del debate, ¿renunciará Biden a su candidatura?

  • Luis Ochoa Bilbao
Joe Biden perdió y los demócratas entraron en pánico frente a un Trump directo y retador

Se llevó a cabo el debate presidencial entre Joe Biden y Donald Trump. En Estados Unidos había cierta expectativa respecto al encuentro entre dos personajes que han generado polémica en los últimos años. Trump por sus casos judiciales abiertos y Biden por su edad y capacidad física y mental para seguir siendo presidente por cuatro años más.

Definitivamente se trata de una elección sin precedentes y que pone en serio peligro la eficacia y continuidad de la democracia en aquel país.

El debate puede ser analizado desde tres perspectivas: 1) por el desempeño de cada candidato; 2) por sus argumentos; y 3) por sus resultados. Analicemos brevemente cada perspectiva.

Respecto al desempeño de los candidatos, podría decirse que Trump ganó el debate. Biden se percibía cansado, con la mirada perdida, viendo hacia abajo, no hablaba con claridad, y de pronto parecía perdido en el estudio. El ser tartamudo ayuda menos con 81 años de edad a cuestas. A Trump se le vio con estamina, con vitalidad, con energía. Habló con claridad y entusiasmo. Fue directo y retador.

Y esto importa mucho para un electorado que aspira tener un presidente fuerte. Precisamente Trump ha acusado que Biden fue un presidente débil ante Rusia y Hamás. Y lo acusa también de estar débil y desorientado como para gobernar.

Respecto a los argumentos, lo que se vio en el debate fue el choque entre las flagrantes mentiras de Trump, y los datos, la información, los hechos y los resultados de Biden. Pero, los argumentos no importan mucho. Primero porque el electorado que ya decidió por Trump nunca será convencido por Biden, ni viceversa. Segundo, porque nadie en Estados Unidos se tomará el tiempo de revisar si lo que dijo Trump fue verdad o mentira. Tercero, lo que quedará en la mente de los electores será la primera impresión de cómo se presentaron los argumentos. Trump acusaba a Biden de cualquier cosa con fuerza, con contundencia. Las respuestas de Biden carecieron de vitalidad.

Y esto nos lleva a los resultados. Es muy difícil medir el verdadero impacto del debate en un elección tan pareja y dividida prácticamente en partes iguales. Los medios y las casas encuestadoras podrán percibir algún ligero cambio en las próximas semanas. Pero ese ligero cambio tampoco nos aportará una fotografía clara de las intenciones de voto.

Hace unos meses Trump aventajaba a Biden. En las últimas encuestas, Biden supera ligeramente a Trump. Los cambios no se deben a los electores, sino a las metodologías de las encuestas. Las diferencias son mínimas y están dentro del margen de error. Por lo tanto, se trata de un empate técnico

Pero, ¿qué efecto puede tener un debate si el 50 por ciento de los electores ya eligió a Trump y creerán como verdades todas sus mentiras? ¿Qué efecto puede tener un debate si el 50 por ciento de los electores odia a Trump y nunca votarían por él?

A juzgar por el postdebate, a juzgar por las opiniones de los periodistas liberales y progresistas, a por decenas de demócratas que comenzaron a expresarse en las redes sociales a pocos minutos de haber terminado el encuentro, el efecto del debate fue la terrible caída de Biden. Le han perdido la confianza. Los demócratas entraron en pánico

Periodistas de la cadena CNN, la empresa de noticias que organizó y moderó el debate, una empresa claramente adversaria de Donald Trump, comenzaron a citar a diferentes fuentes demócratas profundamente preocupadas por el bajo desempeño de Biden. Se habla de sugerirle renunciar a la candidatura. Se habla de buscar otra opción. Se habla de que Biden no demostró tener la capacidad física para gobernar cuatro años más.

Quienes vimos el debate hoy, fuimos testigos de la dolorosa debacle de Biden, dicho y expresado por sus seguidores y partidarios.  La depresión se apoderó de los demócratas en Estados Unidos.

En este espacio escribimos hace algunos meses que la campaña en Estados Unidos era una contienda entre un candidato con acusaciones criminales serias, y otro con francas carencias físicas y mentales, fruto de su edad. El debate lo acaba de confirmar.

Lo que ahora está en juego es decidir si Biden será el candidato de los demócratas o si lo cambiarán.

Lo que ahora está en juego es ver si Trump puede llegar a ser electo de nuevo y, con ello, dar el banderazo de la salida para el entierro de la democracia en Norteamérica. Algo que intentó hacer ya el 6 de enero de 2021.

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Luis Ochoa Bilbao

Internacionalista y sociólogo. Director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la BUAP. Se especializa en temas de política exterior, cultura política y sociología de las relaciones internacionales.