Madres

  • Ana Teyssier
El reconocimiento a las madres también debe considerar que se trata de personas más allá de un rol

Una madre biológica o adoptiva implica un rol de infinitas multitareas y en nuestros días todavía tiene una vorágine de asignaciones culturales, entre ellas el título de ama de casa. Afortunadamente hoy se puede elegir ser madre o no con sus respetivas vicisitudes.

Ama de casa era la descripción —y lo sigue siendo — para quienes dedican todo o la mayor parte de su tiempo a las tareas domésticas (labores del hogar) o el mucho quehacer de las casas familiares para la subsistencia de sus integrantes, muchas veces sumado a trabajos externos que conllevan una doble jornada.

El Día de la Madre debe recordarnos que las madres además de amas de casa, son administradoras sui generis de recursos, tiempos y espacios, y por supuesto excepcionales estrategas. Amas de casa o jefas de familia para describir a las madres o para quienes dedican la mayor parte de su tiempo a las tareas del hogar parece lindo, pero es necesario redignificar su extraordinaria labor con descripciones más acertadas y contemporáneas, por ejemplo: administradoras del hogar.

Este día también es un llamado a entender que no todas las mujeres deben ser madres por el simple hecho de ser mujeres, decidir sobre el cuerpo propio es un derecho, la maternidad no puede ser impuesta ni estereotipada.

El reconocimiento a las madres también debe considerar que se trata de personas más allá de un rol, con personalidad, autodeterminación y derecho al tiempo propio, mujeres sabias, ciudadanas.

anateyssi@gmail.com

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Ana Teyssier

​Escritora emergente y periodista cultural. Fue acreedora del Premio Municipal de la Juventud y del Galardón Poblano Distinguido. Trotamundos y otras manías.