El primer debate presidencial de México que organizó el Instituto Nacional Electoral (INE), celebrado el domingo 8 de abril, entre la candidata oficialista y puntera de la elección Claudia Sheinbaum, la candidata de la coalición PRI, PAN y PRD; Xóchitl Gálvez y el candidato del partido político Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez, dejó algunas lecturas que apuntan a los consultores y asesores de las candidatas punteras. Me explico:

Las propuestas, los contrastes, los matices, la narrativa, las pausas, los ataques y los contraataques, incluidos los ensayos, son responsabilidad de los consultores y asesores de, en este caso, las candidatas y el candidato a la presidencia de la República no son los artífices de lo visto el domingo por la noche.

Así que, en este sentido, los consultores y asesores de Claudia Sheinbaum ganaron el debate, mientras que, los consultores y asesores de Xóchitl Gálvez lo perdieron.

Empecemos con Claudia. Su postura mucho más presidencialista, con una dicción perfecta, con una confianza que sólo te da la preparación. Hasta en el detalle de la carpeta y no de tarjetas u hojas sueltas, se nota el profesionalismo de quien la asesora; le deben conocer y además le deben hacer un traje a la medida y no me refiero a su look que, por cierto, también fue perfectamente cuidado.

Pocas propuestas expuso; arrojó cifras hasta cierto punto triunfalistas de su gestión como jefa de Gobierno de la Ciudad de México y por supuesto, lo esperado por todos quienes nos interesamos por ver el debate, los logros de la gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Cosas imperceptibles para algunos: Para mí fue lamentable que su postura rayara en arrogancia y a veces enfado. Hubo algunos momentos como lo evidente de la lamentable tragedia de la Línea 12 del Metro de la CDMX y lo contesto contraatacando, no contestó. Incluso arrogancia y enfado con los conductores por el tiempo (el reloj estaba bien, la dinámica quizá no se entendía) o por las preguntas que incluso al periodista Manuel San Martín le dijo: “de eso ya hablé mucho, mejor hablemos de…”, o a Denise Maerker cuando le preguntó si iban a seguir hablando de lo mismo u otra cosa. Pero eso habla de la personalidad y claro está, te da una idea de la forma de gobernar de una persona.

Seguimos con Xóchitl Gálvez. Atacó mal, hubo propuestas, pero no énfasis en ellas, un tanto acartonada y revisando tarjetas. La relajada Xóchitl que llegó en bicicleta al debate, fue una Xóchitl transformada durante él; el colmo fue que tuviera que leer en las tarjetas su cierre y a la hora de hacerlo, concentrada en las tarjetas entre el cambio de una y otra y tomar la bandera la puso de cabeza (no es la primera vez que ocurre que alguien ponga de cabeza algo en un debate, pero sí es la primera vez que lo hacen con la bandera, tan patrióticos que somos los mexicanos). Sus asesores y consultores debieron practicar una y otra vez con ella, sobre todo esto último, su cierre. Después en rueda de prensa dijo que estaba de cabeza la bandera porque así está el país y ella lo va a enderezar; otra pésima salida.

Cosas imperceptibles para algunos: Para mí fue lamentable que Xóchitl no diera un paso atrás, desde que tuvo su tope de crecimiento pareciera que cambió o agregó a muchos más asesores y consultores. No debió aceptar que la quisieran cambiar de “personalidad” durante el debate, la idea de ellos, supongo, fue hacerla más presidenciable y seria ¿por qué?, si ya existe una mujer así y es su contrincante. ¿Por qué quererla cambiar a mitad del camino incluso con su vestimenta? Los asesores y consultores realmente profesionales no llevan trajes pre confeccionados. Los profesionales saben que cada campaña es distinta y que las estrategias, imagen pública y política, incluida la narrativa, debe estar hecha a la medida de la personalidad de cada candidato. Y su frescura, espontaneidad es justo lo que deberían potenciar de ella, pero no es así, es como si quisieran hacerla perder.

Y por último, Máynez. Su ataque a ambas ha ayudado al partido de Movimiento Ciudadano un poco, a esta idea que está en el imaginario colectivo de que es un partido satélite de Morena. Ganó en conocimiento hacia su persona, cosa que no había logrado quizá por ser el candidato emergente ante la caída de la candidatura de Samuel García.

Cosas imperceptibles para algunos: La sonrisa de Máynez es un reflejo (un tic nervioso como coloquialmente se conoce) le valió muchos memes, pero algunas personas lo hacen como reflejo social o como reflejo instintivo. Luego de ser buleado con memes por su sonrisa, evidentemente fue tendencia en X. Él lo presumió como un triunfo en su X (otrora Twitter); o lo hizo su CM y no le dijo la causa o fue él, y sus asesores tampoco le dijeron el origen de ser tendencia 1.

@AlesandraMartin

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