El error que siguen cometiendo y que nunca entendieron las y los políticos en la pasada  elección de 2018 es que ninguno de estos personajes es López Obrador, mucho menos quienes llegaron a un cargo de elección popular por esta ola AMLO, cuyo liderazgo no tiene parangón alguno con el del Presidente, pues  nadie que tenga dos dedos de frente cuestiona dicho liderazgo, que en ningún personaje de la 4T -por lo menos los visibles-,  hay rasgos de un perfil así.

Es por ello que la única que podía dar batalla es la candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez. Porque la contienda tenía que ser con una mujer así, ni más ni menos, aunque las fuerzas políticas por las que se postuló la exsenadora parecen olvidarlo.

A veces parecen no cobijarla, X necesitará más que un corazón, necesitará de las “fuerzas vivas” de cada partido político que va en alianza con ella; PRI, PAN, PRD tienen un camino andado en las estrategias territoriales, así que Gálvez necesitará de ello para dar una batalla si la intención estratégica de los partidos que acompañan al albiazul es seguirse manteniendo como oposición.

Xóchitl Gálvez no mira a Claudia Sheinbaum, candidata del oficialismo, y Sheinbaum no hace campaña de contraste, se apega a la figura de AMLO cuál si fuese la elegida para ser su sucesora al estilo monárquico, y hace bien; a ambas las estrategias les funcionan bien.  Si a Xóchitl Gálvez la dejan seguir siendo genuina con la estrategia comunicacional que tenía al inicio y los partidos políticos de la alianza “Amor y Fuerza por México” hacen lo que saben hacer con sus estructuras y bases, habrá oposición en México por los próximos seis años.

Claudia Sheinbaum ganará y se convertirá en la primera mujer presidenta en la historia de México, ¿Y López Obrador?  No lo sé. Me cuesta imaginar que dejará los reflectores, las mañaneras, su visión de país, el reconocimiento de su pueblo y de su gente en lo que ha denominado la Cuarta Transformación; su papel en la historia política de este país al lado de personajes que le antecedieron en las tres grandes transformaciones de México.

En la arena local, Puebla se convierte en la prueba de fuego de cualquier instituto político. No es menor que en la contienda electoral más grande en la historia de México, nuestro estado ocupe el primer lugar en cuanto a números de cargos a elegir este 2 de junio. Son 20 mil 708 cargos federales y locales a disputarse en las elecciones del 2024, de los 19, 634 cargos locales de las entidades con comicios (gobernador, diputados locales y ayuntamientos) en Puebla se elegirán 2,286 cargos, cifra que lo pone en la esfera nacional como prioritario.

Nota al pie
Consejo del día para personajes públicos y políticos de este país: el 8 de marzo cuando las mujeres de a pie, hermanas, madres, hijas, muertas y vivas inunden de morado las calles de este país, dejen al único movimiento social emergente genuino en  este país. No se tomen selfies, no intenten reclutar adeptas, no pongan postalitas en sus redes sociales, mejor pónganse a trabajar por la memoria de las desaparecidas y muertas y por las vivas, que cada 8M se las recordamos.

@AlesandraMartin

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