El Medio Oriente en llamas

  • Luis Ochoa Bilbao
El ataque de Hamás podría condenar a Palestina a un destino de aislamiento internacional

La región del Medio Oriente nuevamente está en llamas. El grupo armado Hamás entró a territorios controlados y administrados por Israel de manera sorpresiva el pasado sábado 7 de octubre. En su incursión atacó, asesinó y secuestró no solo a elementos del ejército de Israel, sino también a miles de civiles indefensos en sus casas, en sus coches, en un concierto y en las banquetas de sus calles.

Recordemos que Hamás es un grupo militar que dice defender los intereses del pueblo palestino. Para Israel, EE. UU. y la Unión Europea, es un grupo terrorista. La incursión armada fue macabramente exitosa. Se calcularon en su momento más de 700 israelíes asesinados y 3 mil heridos. El grupo Hamás dice haber secuestrado cerca de 200 israelíes. Las cifras aumentan día con día.

En términos de los discursos oficiales de Occidente, este ataque ha sido considerado como terrorista. En términos de estrategia, el acto perpetrado por Hamás se termina convirtiendo en una condena para el pueblo palestino que sufrirá las consecuencias de las represalias.

Y éstas no se han dejado sentir. Los bombardeos contra los territorios palestinos que el ejército de Israel tiene cercados se han intensificado a lo largo de esta semana. Se habla ya de más de 2,700 palestinos muertos y se cuentan centenas de niños entre ellos. La Cruz Roja Internacional ha alertado de la emergencia humanitaria en Gaza.

El ejército de Israel dio como plazo ayer domingo 15 de octubre para que los palestinos huyeran hacia el sur de sus territorios. Se asume que el ejército de Israel prepara una ofensiva brutal en el norte de la Franja de Gaza.

Se trata de una violencia generalizada con números que nos hablan de una guerra frontal. Pero los indicios de estos enfrentamientos sangrientos ya se dejaban ver desde el año pasado. En 2022 las fuerzas israelíes mataron a 151 palestinos en Cisjordania y Jerusalén oriental, casi el doble de la cifra registrada en 2021.  Los militantes palestinos, por su parte, mataron a 31 israelíes.

En noviembre del año pasado, el coordinador especial de las Naciones Unidas (ONU) para el proceso de paz en Medio Oriente, Tor Wennesland, denunció que el conflicto entre Israel y los palestinos se dirigía a una nueva crisis. Estas fueron sus palabras hace menos de doce meses:

"Después de décadas de violencia persistente, expansión de asentamientos ilegales, negociaciones inactivas y una ocupación cada vez más profunda, el conflicto está llegando nuevamente a un punto de ebullición".

Tenía razón, la olla explotó. La incursión de Hamás a los territorios ocupados por Israel de manera ilegal, fue totalmente sorpresiva para el ejército de Israel. Fallaron todas sus tácticas preventivas y de inteligencia.

El primer ministro de ese país, Benjamín Netanyahu, es de mano dura. Prometió represalias. Y prometió también el doble de víctimas palestinas por la cantidad de víctimas israelíes. Por su parte, Hamás amenazó con matar a un rehén por cada bombardeo israelí en Palestina.

Esta es una guerra asimétrica porque se da entre el ejército formal de un país independiente y los milicianos de Hamás que no forman un ejército establecido y no responden a ningún país soberano. También, esta guerra se da en el momento en que varios países árabes de la región han comenzado un lento acercamiento con Israel. 

El conflicto amenaza con intensificarse. No habrá salida si la comunidad internacional no aplica el derecho internacional que forzaría a palestinos e israelíes a encontrar una solución pacífica. Sin embargo, la situación actual de las relaciones internacionales en la región es increíblemente favorable a Israel porque, lejos de mantener conflictos latentes con los países musulmanes, ha comenzado negociaciones comerciales y diplomáticas con Marruecos, los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y con Arabia Saudita. Como dice el internacionalista Ian Bremmer, Israel vive su mejor momento geopolítico de su historia y los países musulmanes lo demuestran, porque establecen relaciones diplomáticas con Israel sin que el tema palestino haya sido resuelto,

Para esta razón, el ataque de Hamás, un brazo armado que no reconoce a Israel y que niega su existencia como estado independiente y que no representa a la totalidad de los palestinos, bien podría orillarlos a no tener un estado independiente en el corto o mediano plazo, condenándolos a un destino de absoluto aislamiento.

 

 

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Luis Ochoa Bilbao

Internacionalista y sociólogo. Director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la BUAP. Se especializa en temas de política exterior, cultura política y sociología de las relaciones internacionales.