De los abrazos a los balazos

  • Octavio Corvera
Si su estrategia era el diálogo, ha fallado, y si era apelar a la bondad, ha fallado también

En marzo de este año, 2022, el 71.1 por ciento de mujeres y 60.4 por ciento de hombres tuvieron una percepción de inseguridad, esto de acuerdo con a la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana-primer trimestre de 2022 INEGI y la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU).

La percepción no es para menos: la violencia en el país se hace frecuente y cotidiana. Algo normal: un asalto en el micro o la muerte por negarse a pagar el cobro de piso. Lo más grave es que hoy podemos ser testigos, gracias a los teléfonos inteligentes, de una violencia sin precedentes, deshumanizada y surrealista. Y todavía, por si esta situación alarmante no fuera suficiente, vemos cómo los cuerpos de seguridad, la policía, la Guardia Nacional, el Ejército y la Marina se han reducido a ser espectadores.

Muchas son las justificaciones del Gobierno Federal ante esta situación, que si la corrupción adentro de las corporaciones de seguridad era muy alta, que si el armamento de Estados Unidos no se detiene, que tres años son pocos para lograr resultados, etcétera. Lo que es una realidad es que el combate al crimen organizado se ha relajado. Sólo el presidente supo hasta dónde eran en serio sus frases: “Abrazos, no balazos” o “acusar a los delincuentes con su mamá”. El Ejército se ha reducido a ser la mano de obra en los proyectos de López Obrador, y la Guardia Nacional sólo es observador de los abusos de los nuevos dueños de las poblaciones: el narco.

Quienes defienden el proyecto de “transformación” del Presidente asumen que en efecto el índice de delincuencia va disminuyendo, que, como dijera la vocera de Quién es quién en las mentiras, no es falso, pero se exagera. Señores, si esto fuera cierto, los pequeños empresarios y agricultores, no padecerían de pagar extorsiones, no veríamos a un soldado sometido viendo como le abren el pecho con un cuchillo, tampoco veríamos a personas con armas largas caminando por las calles de San Cristóbal de las Casas en Chiapas ni tendríamos localidades sitiadas como en Colima o Michoacán. Esto a todas luces es un Estado rebasado.

La prioridad del Gobierno Federal es otra menos la seguridad de los ciudadanos del país. Se molesta cuando lo acusan de tener nexos con el narcotráfico y sí, en efecto me parece exagerado, pero algo pasa; o le ha salido mal la negociación con ellos, o no le ha dado tiempo de acusar con su mamá a todos los líderes de los cárteles mexicanos.

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Octavio Corvera

Licenciado en Derecho con estudios en Ciencia Política. Profesor universitario, abogado y militante del PAN desde el año 2000. Miembro de la Asociación Nacional de Facultades, Escuelas de Derecho e Institutos de Investigación Jurídica, A.C.