Paco Vélez: comunidad y universidad

  • Julio Broca
El humanismo precede al neoliberalismo, y en ese marco se ubica el proceso de sucesión de la BUAP

Resulta paradigmático que dos humanistas estén manifestando sus intenciones de contender a la Rectoría de la BUAP: Paco Vélez y Lupita Grajales. No es casual. En términos generales el reajuste del Sistema Mundo acusa el desgaste y paradójicamente el recrudecimiento del modelo neoliberal. Bajo dicho desgaste, como si de una capa previa de pintura se trátese, aparece el fundamento de modernidad: el humanismo. Hay, en todas las instancias de la vida nacional un viraje hacia modelos humanistas que entienden el valor de una forma mucho más compleja que el modelo gerencial. Quizá más que un cambio es una recuperación. El humanismo precede a la modernidad y al neoliberalismo. A continuación extraemos algunos elementos de la entrevista a Paco Vélez realizada por el periodista Rodolfo Ruiz el 7 de julio de 2021.

Rodolfo pregunta por la actividad del Foro Retos. Paco Vélez lo fundamenta como ejercicio sustantivo de la universidad en su vocación de crear espacios que de forma pertinente y rigurosa, propicie diálogos y debates sobre la educación, especialmente en un contexto de transformación. El Foro Retos, así visto, es un ejercicio de universalización y encuentro multidisciplinario. Si afinamos el ojo, el Foro puede también ser una crítica. Veamos. Si algo ha caracterizado al modelo empresarial que nos rige es el parcelar el conocimiento tras la búsqueda de una hegemonía administrativa que termine por volverse una camisa de fuerza para el diálogo de saberes. Esto ha llevado a la universidad a fracturase en Unidades Académicas, Cuerpos Académicos, Académicos y su cuerpo, sus alumnos predilectos, que en muchos casos se juegan las plazas por ser más o menos afines al modelo imperante, que conduce a una descomposición del tejido social universitario, y que por último, nos deja a merced del autoritarismo. Esta fragmentación materializa un extravío mayúsculo en un espacio donde a contrario sensu las epistemes tendrían que encontrarse en unidad, quizá no en unidad ontológica, pero sí hermenéutica. Es decir, que los saberes siendo tan distintos como deben ser, pudiesen compartir el sentido y aún definirlo de forma colegiada.

Sobre la equidad en la contienda por la rectoría, la respuesta de Paco Vélez es contundente: no la hay... pero podría haberla si el Rector dijera con claridad que va a respetar la voluntad de los universitarios, que no tiene favoritismo por nadie.

Concuerdo que podría haberla, pero no la habrá. El sistema de votos ponderado permite con mucha holgura decir públicamente una cosa y descolgar el teléfono para arrollar con los protocolos estructurales de votación a cualquier oponente sin importar la voluntad de la comunidad universitaria. Esto es una realidad. A pesar de esto Paco Vélez no se auto define como opositor. Señala que su currículum está hecho de una historia crítica y de oposición... pero no considera pertinente la connotación reaccionaria que en un contexto de diálogo y construcción, el término puede tomar. Ya Carlos Figueroa ha definido a Paco Vélez como alguien “circunspecto, no esclavo de sus palabras, dueño de sus silencios”. Con solo recordar la chillona altisonancia prepotente de exrectores esclavos de sus intereses y por lo mismo esclavos de la simulación y la corrupción, vaya, la personalidad de los dos posibles contendientes emanados del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades es un verdadero respiro; como que estamos cambiando del feudalismo a la modernidad. Y sí, porque la Universidad en sus contradicciones ha avanzado mucho en ciertas cosas y retrocedido espectacularmente en otras, ¿En cuáles? El ejemplo de Paco es contundente: la Torre de Marfil en que la docencia y la investigación se ha encerrado, desvinculándose de la sociedad y el entorno con una visión exclusivamente empresarial.

Rodolfo Ruíz no se quería ir sin tirar una bola curva: «En su defensa de la autonomía ha defendido al Rector». Paco Vélez responde que había y hay un contexto de injerencia que debe atenderse, por ejemplo que en algunas legislaturas locales dominadas por el PAN se proponían modificaciones a las legislaciones de las universidades, diputados de Morena iban el en mismo sentido, en el contexto estaba, y está, la cuestión de la Estafa Maestra...Tamaulipas, Morelia, Tabasco; un universo de circunstancias en las Autónomas que deben ser revisadas por los universitarios, cómo y en qué circunstancias se dan esas injerencias. ¿Por qué sorprende la respuesta de Vélez? Mi hipótesis es que la política común de Puebla es la de sacar provecho con la caída del otro aunque la caída la haya provocado una amenaza común. Sé que en este punto del texto debe estallar la polémica, bienvenida. Puebla se caracteriza por “el enemigo de mi enemigo es mi amigo” y eso es algo que la tiene empantanada y de rodillas ante intereses parciales, personales, que jamás la harán trascender. Paco Vélez recurre en todo momento al contexto para explicar sus acciones, sus posturas y poner sobre la mesa la apariencia y sentido de sus actos. Se puede o no estar de acuerdo con él, pero esto es precisamente la diferencia entre un humanista y un demagogo. El demagogo no recurre al contexto porque no lo conoce, lo guían sus aspiraciones personales ¿Qué otra cosa sino corrupción es una aspiración personal ocupando el lugar de un deber? Sobra decir que el resto de las bolas curvas del reportero fueron atajadas con contexto, en ese sentido la entrevista habla más que lo aquí escrito.

Dejo para el último párrafo una pregunta que podría parecer menos incisiva que otras, menos politizada, “¿El acervo histórico, bibliográfico, museográfico de la universidad ha sido saqueado?” La respuesta, si afinamos el ojo, es un sólido paradigma de gestión, algo que le urge a la universidad en tanto conocimiento concreto de sus acervos y su patrimonio, porque ¿no ha sido el patrimonio la prostituta favorita del modelo gerencial de la educación y las instituciones en todo el país?

Y vamos a la vanguardia de la prostitución de patrimonio con la idea de hacer el primer patio del Carolino un charco monumental y salón de fiestas. La respuesta, entonces, que da Paco Vélez a una pregunta menos politizada, es de mayor importancia. Con amplio carácter de paráfrasis, aquí planteo la respuesta y remito siempre al video para mayor detalle: “…lo que está claro es que debemos redimensionar el manejo de ese acervo. Por ejemplo, la Lafragua y la Palafoxiana requieren de un Plan de Manejo, es decir, un conjunto de procedimientos que deben regular qué materiales hay, su acceso para estudio, programas y políticas de conservación, restauración, difusión y programas de mantenimiento de los entornos físicos en lo que se resguardan. Significa que hay que cuidar condiciones ambientales, hay que cuidar condiciones de posibles incidentes, y deben ser parte de una política institucional que tiene que ver con el estudio, la conservación y la difusión de los bienes culturales de una institución tan importante como es la Universidad Autónoma de Puebla”. Hasta el momento, a nadie le he escuchado la palabra cuidar en el sentido integral del concepto. Si lo dicho puede tener una aplicación estructural, estamos frente a una propuesta muy interesante que de entrada, eleva el nivel de la discusión entre los posibles aspirantes a la Rectoría de la BUAP y nos permite preguntarles: ¿qué está cuidando cada uno de ell@s?

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Julio Broca

Artista gráfico y sociólogo, investiga fenómenos culturales de disrupción y rebelión. Diseñador del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego”-BUAP.