Dependencia tecnológica y seguridad nacional

  • Jonathan R. Maza
La dependencia tecnológica es un verdadero obstáculo a los objetivos de la Constitución

Una forma de que las naciones prosperen y se desarrollen es mediante el potencial de los avances científicos y las innovaciones tecnológicas, por ello, desde el nacimiento de los Estados como los conocemos hoy en día, es decir, en entidades aglutinadoras de la realidad nacional y organizadoras del Poder Nacional para sobrevivir e interrelacionarse en el concierto de las naciones, la inversión y el desarrollo tecnológico han sido un factor clave.

Hoy en dia, tenemos claros ejemplos de cómo países que hoy denominamos desarrollados, lo son precisamente por su capacidad de generar condiciones de vida no solo satisfactorias sino avanzadas, para ello ha sido necesario invertir durante años en preparar el talento que trabaje en los distintos ámbitos de las ciencias y sus aplicaciones prácticas para solucionar problemas de sus sociedades o mejorar las capacidades para defenderse de riesgos y amenzas, tanto internas como externas.

Parafraseando lo que alguna vez dijo un Secretario de Estado de los Estados Unidos de América, “la seguridad es desarrollo y sin desarrollo no hay seguridad, ya que un país subdesarrollado y que no se desarrolla, jamás alcanzará nivel alguno de seguridad por la sencilla razón de que no puede despojar a sus ciudadanos de su naturaleza humana. Es un aspecto complejo de la política de las naciones que va más allá de la preparación de las fuerzas militares para el combate“ (Vega, 2002).

Por esta razón, podemos hablar de que la Seguridad Nacional se encuentra intimamente ligada al poder tecnológico con el que cuente un país, es decir, a las capacidades tecnológicas con las que cuenta y a los riesgos o amenazas que en este campo resienta derivado de diversas características propias de su población y de sus gobiernos.

Por ejemplo, sabemos que México, que es un país en desarrollo todavía, es un exportador líder de productos de mediana y alta tecnología a nivel mundial, su base industrial es una de las más importantes internacionalmente. Sin embargo, hay repercusiones a su Seguridad Nacional generadas por la dependencia tecnológica externa con países y empresas transnacionales, en sus industrias, como por ejemplo, en una de las industrias de punta y que más empleos dignos genera en el país como la industria de manufactura avanzada.

Esta situación de dependencia tecnológica constituye un antagonismo, es decir, un verdadero obstáculo a los Objetivos Nacionales plasmados en nuestra Constitución y que impacta en los diferentes campos del Poder Nacional del Estado mexicano, deteriorando así las capacidades económicas y tecnológicas que son fundamentales para el Desarrollo Nacional que aspiramos tener.

Si entendemos que la Seguridad Nacional es una “condición necesaria que proporciona el Estado para garantizar la prevalencia de su integridad territorial, independencia, soberanía, estado de derecho, su estabilidad política, social y económica y la consecución de sus Objetivos Nacionales“ (CODENAL-CESNAV, 2018).

Los problemas que afectan a esa condición, constituyen riesgos y amenazas a nuestra Seguridad Nacional. Por lo que es posible estimar aquellas repercusiones que nos afectan como país, derivadas de la dependencia tecnológica del exterior en la que nos encontramos.

¿Pero a qué nos referimos cuando hablamos de dependencia tecnológica en un sentido de seguridad nacional? Primero, tenemos que comprender que la dependencia tecnológica del exterior es una situación producida por el bajo nivel de desarrollo tecnológico de un país (Ramírez S. M., 2004), que conlleva a depender de agentes o países externos en materia de tecnologías, en las actividades económicas pero también pueden ser en actividades de seguridad y defensa, mismas que se realizan con el uso de las tecnologías digitales como elemento crítico para controlar el mundo físico, mediante la sincronización de equipos, procesos y personas, como en actividades se seguridad pública, seguridad interior, ciberseguridad, protección financiera, etc.

La dependencia tecnológica de México en estas actividades clave para el Desarrollo Nacional es una situación que impacta directamente y de manera inmediata en el crecimiento o estancamiento de los empleos de alta productividad, en la capacidad de innovación, en el incremento de los déficits comerciales y afecta negativamente el crecimiento económico sustentable (Muro, 2015).

La situación de dependencia tecnológica de México hacia el extranjero, en distintos sectores y actividades, ha generado repercusiones a nuestra Seguridad Nacional, ya que las características que conforman este tipo de dependencia, sumadas a la ubicación geopolítica y geoestratégica de México en la región de América del Norte y con acceso a las dos cuencas comerciales oceánicas más importantes en la actualidad a nivel global, impactan significativamente en las capacidades actuales y potenciales de México, como por ejemplo en las condiciones socioeconómicas del país, dificultando también, el margen de autonomía en la toma de decisiones soberanas en materia tecnológica, tal y como nos lo ha demostrado la carencia para desarrollar vacunas contra la Covid-19 o la manufactura urgente de ventiladores y tecnologías respiratorias para hospitales a un nivel de emergencia nacional en medio de la pandemia.

Como conslución, lo anterior nos ha mostrado que una adecuada gestión de nuestra dependencia tecnologíca del exterior es un tema pendiente y urgente a nivel estratético, para evitar mayores afectaciones que repercutan negativamente en el bienestar general de la población mexicana en el futuro inmediato y de largo plazo, a fin de garantizar la soberanía y el Desarrollo Nacional.

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Jonathan R. Maza

Internacionalista con especialidad en Política Internacional y Diplomacia UPAEP. Maestro en Seguridad Nacional. Estudios en Seguridad Nacional por el Centro de Estudios Superiores Navales de la Secretaría de Marina Armada México