Abelardo: juez y parte

  • Elmer Ancona Dorantes
Aquí se verá qué tan humanista y justo será el gobierno de “izquierda”

Los mil 200 trabajadores que fueron despedidos de manera injustificada desde la administración de Rafael Moreno Valle, y que metieron demanda ante tribunales, se preguntan lo que va a hacer el gobierno de Luis Miguel Barbosa para resarcir el daño que les causaron.

No es asunto fácil, y menos cuando el próximo secretario del Trabajo, Abelardo Cuéllar Delgado, lleva muchos de estos casos; prometió a los trabajadores que los defendería a capa y espada y que haría todo lo que estuviese en sus manos para ser recompensados, ya con la reinstalación o bien con la indemnización.

Aquí se verá qué tan humanista y justo será el gobierno de “izquierda” porque lo que es a nivel nacional, en materia de justicia laboral, no dan una; por algo se le conoce a la administración de Andrés Manuel López Obrador como el “gobierno del desempleo”.

Los “izquierdistas” han sido tan poco éticos y sensibles que les ha valido un cacahuate dejar sin trabajo a hombres, madres solteras, viudas, mujeres divorciadas, con una gran responsabilidad en el hogar.

Ni crea la gente que la administración federal despidió únicamente a directores y subdirectores. Para nada. Cientos de mujeres y hombres que vivían con lo indispensable para sobrevivir eran trabajadores de base y sindicalizados. A los “revolucionarios” les importó nada.

Tan grave ha sido la situación que el mismo Ricardo Monreal, senador por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), envió un oficio al secretario de Hacienda pidiéndole frenar esa masacre laboral.

"El impacto, sin criterios, del recorte masivo de servidores públicos provocaría, al menos, parálisis en el Gobierno; inconformidad de la ciudadanía, por ineficiencia; y gestación de un grupo de personas inconformes, servidores públicos, por afectar su dignidad", cita el documento.

Ningún gobierno, ni de derecha ni de izquierda, puede despedir masiva e injustificadamente a sus trabajadores porque, en primer lugar, el trabajo es un derecho que otorga la Constitución y los Tratados Internacionales a todos los ciudadanos.

Tampoco puede violentar la ley argumentando falta de recursos o una baja presupuestal, porque por encima de estas “razones de Estado” está la necesidad y el derecho de la gente que requiere el trabajo ya no para vivir, sino para sobrevivir.

El mismo Ricardo Monreal -de Morena- y la Suprema Corte de Justicia de la Nación recuerdan que es inconstitucional tomar medidas arbitrarias, con un terrorismo laboral disfrazado de “renuncias voluntarias”.

Ante esto, sería bueno entrevistar al futuro secretario de Trabajo, Abelardo Cuéllar Delgado, para saber lo que el mismo hará con todos esos trabajadores que defendió a capa y espada en su momento y que los sigue representando.

Prácticamente se convertirá en juez y parte en esta contienda, lo que lo compromete de forma total ¿Será capaz de decirle a su propio jefe que pague las indemnizaciones o que de nuevo meta a todos a trabajar?

¿Tendrá los pantalones suficientes para exigirle al gobernador –los buenos abogados así lo hacen - que otorgue justicia a quienes fueron violentados en sus derechos?

Como abogado independiente ganó muchísimos casos a favor de sus representados; dio litigios de alto combate, lo que lo convirtió en uno de los mejores laboristas en la materia.

Ahora, como funcionario público ¿traicionará sus principios y causas a favor de los más desprotegidos? ¿Se lavará las manos y dirá que ya no le corresponde decidirlo, sino a otros?

Además, tendrá que solventar o resolver los nuevos casos de despido que se vayan dando en la administración de Barbosa Huera; a ver si sigue como el Robín Hood de las causas nobles.

¡Ay, Abelardo, en tremendo lio te metiste! Pero no importa, los trabajadores agraviados confían en que tendrás la suficiente entereza para abogar por ellos, de la misma forma como lo has hecho en los últimos años, antes de convertirte en un funcionario de Morena.

Ahora sí, vamos a ver de qué lado masca la iguana, porque si algo tenemos muy claro los ciudadanos es que estos gobiernos que se dicen “revolucionarios”, de “izquierda”, “marxistas-leninistas” y no sé qué tanta porquería ideológica, no saben cómo hacer las cosas. Las empeoran.

Por eso la gente sale despavorida, desencantada, frustrada, corriendo de vuelta a la “derecha política”, con el fin de salir de este espantoso sueño llamado “Gobierno de la Esperanza”.

Así las cosas, don Abelardo, así las cosas. Más vale que te las ingenies para saber lo que vas a hacer ante este tenebroso caso, porque cientos de mujeres y hombres agraviados seguirán en su justa lucha.

@elmerando

elmerancona@hotmail.com

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Elmer Ancona Dorantes

Periodista y analista político. Licenciado en Periodismo por la Carlos Septién y maestro en Gobierno y Políticas Públicas por el Instituto de Administración Pública (IAP) y maestrante en Ciencias Políticas por la UNAM. Catedrático. Ha escrito en diversos medios como Reforma, Milenio, Grupo Editorial Expansión y Radio Fórmula.