Presente y futuro
- Jesús Manuel Hernández
La ciudad de Puebla está pasando por una preocupante realidad. La ausencia de una autoridad que regule la circulación y el estacionamiento en las calles del Centro Histórico, el aumento de ruido, música, en bares con horarios fuera del reglamento, bicicletas circulando sobre la banqueta y en sentido contrario por los carriles designados.
Todo ello forma parte de lo cotidiano para quienes vivimos o laboramos en el Centro Histórico de Puebla.
Agréguese el estacionamiento sobre la 16 de septiembre frente a negocios recién puestos, con motivo del “ordenamiento urbano” del anterior gobierno de la ciudad. El bloqueo de entradas y salidas de casas donde los habitantes ven obstaculizado el uso de sus cocheras, y he aquí el problema, la falta de coordinación de los mandos quizá responsables de poner orden.
Un bar en segundo piso frente al Museo Amparo tiene la música a todo volumen hasta las 2, 3, 4… y a veces 10 de la mañana, reportan los vecinos. Patrullas de Policía Estatal vigilan la zona, pasan frente al local, pero no pueden intervenir, “el protocolo”, dicen, no se los permite, tienen que dar parte a otra instancia municipal.
Autos bloqueando cocheras son reportados al 911, no hay otra instancia, pero sucede lo mismo, “Tránsito” tiene un protocolo y no es compatible con la Policía.
Hasta hace unas semanas había infracciones para quienes violentaran el uso de los cajones de estacionamiento, al menos los usuarios cumplían con el protocolo, ahora, ni lo uno, ni lo otro.
Quizá esta etapa de aprendizaje no vaya muy de la mano de lo que se esperaba. La ausencia de operativos de Tránsito Municipal, si es que existe, vía pública, ordenamiento comercial, están significando el arranque de un nuevo gobierno, del que, por cierto, se esperaba mucho. Ojalá no se imponga el “dejar hacer, dejar pasar”.
Se salva el tema cultural, el Instituto Municipal de Arte y Cultura ha sorprendido con la cantidad de eventos, una buena agenda nos espera de aquí a fin de año.
Pero este no es el tema de la colaboración de hoy.
Sergio Salomón Céspedes Peregrina llega al final de su gobierno, su segundo informe será el resumen de una buena cantidad de obras donde destacan los esfuerzos por corregir anomalías en boulevares saturados.
Deja buen sabor de boca en la mayoría de los poblanos, recibió un estado complicado por el desbordamiento del barbosismo, quizá fomentado o manipulado por sus colaboradores y no precisamente por el difunto gobernador.
La sociedad estaba completamente alejada del gobierno, pero Céspedes ha dado en el clavo al tender puentes de plata, provocar el acercamiento y definir el respeto de las instancias de todos los actores de la sociedad.
El futuro del hoy gobernador poblano está ahora en el carril del Gobierno Federal, Claudia Sheinbaum ha tendido la mano al poblano para incorporarse, tan pronto deje el cargo, y dirigir el Instituto Nacional de Migración.
El área del INM estará en el ojo del huracán ante la amenaza de Trump de realizar deportaciones masivas, redadas alejadas del respeto a los derechos humanos. Migración es el tema más importante del mes de enero, y ahí estará Sergio Salomón, con un presupuesto recortado en un 14 por ciento para el siguiente ejercicio con apenas mil 700 millones de pesos.
Una papa caliente en manos del gobernador a quien algunos cuestionan por experiencia en el tema, pero para otros quizá sea el hombre indicado en el trato de iguales a quienes por necesidad buscan migrar.
O por lo menos, así me lo parece.
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Periodista en activo desde 1974. Ha dirigido, conducido y colaborado en diversos medios de comunicación escritos, radiofónicos y televisivos. Actualmente dirige el portal losperiodistas.com.mx y escribe Por Soleares, espacio de análisis político. Autor del libro Orígenes de la Cocina Poblana.