Un gobierno de Izquierda MORENA está por venir

  • Samuel Tovar Ruiz
También un “nuevo estilo” de gobernar

También un “nuevo estilo” de gobernar y administrar democráticos se avizoran con Barbosa: Gobernador. 

Una vez logrado el <<Acuerdo Político Democrático>> MORENA, mejor conocido como Acuerdo ¡BA!;  es decir, Barbosa-Armenta, lo que resta pareciera ser sólo formulismo, pues se considera que la de Barbosa, ya con el contundente apoyo de Armenta es prácticamente invencible en las próximas elecciones para elegir en Puebla <<Gobernador extraordinario>> de la entidad de Puebla.  Y en efecto, dadas las condiciones de competición, no tanto por los apoyos decisivos con que ya cuenta Barbosa, sino dadas las circunstancias de competición político-electoral, absolutamente endebles, de las otras candidaturas de los demás partidos que pudieran tener alguna aspiración, como es el caso de la de Cárdenas patrocinada por el PAN, PRD, y Convergencia Ciudadana, o la de Jiménez Merino patrocinada por el PRI, se antoja, entonces, como dice la militancia de MORENA un puro formulismo.

 Tal resultado, empero, no ha sido producto de la divina providencia, ni producto del azar, sino tras de sí  arrastra una historia de grandes sacrificios y luchas no sólo electorales sino sociales que en efecto fueron culminadas luminosamente el pasado 1º de Julio del 2018, con el llamado Tsunami Lópezobradorista.  Más aún tras de sí no deja de expresar el descontento, la rabia largamente acumulada, el dolor social y ciudadano de décadas y aun siglos de frustración ciudadana y social.  Tal “paraíso electoral” MORENA, entonces no puede tenerse sobre él sino una mínima conciencia de cuál ha sido su proceso histórico, de cuál ha sido la trama de la lucha que muchas fuerzas sociales han tenido que dar para finalmente poner en situación la posibilidad real de un gobierno MORENA, de Izquierda, cuyo compromiso no puede ser otro que responder a las expectativas de la gente de hoy pero también de ayer. DE la gente que hoy en día luchó y tiró al “Morenovallismo” y a toda la rancia “derecha conservadora”.

Por lo que se alcanza a apreciar el <<compromiso histórico y político>> de la próxima gubernatura no puede ser otro que lo que dictan por lo menos tres ejes básicos: 1.  Negar y superar el “estilo de gobernar y administrar” del antiguo “régimen Prianista”.  ¿Qué significa esto? No otra cosa que borrar y anular el carácter “represor”, “fascista”, “defraudador”, y “entreguista” a las trasnacionales y de modo particular al FMI, al BM, a La OCDE, etc.,  y que en su nombre generaron “décadas de frustración y desesperanza” al Pueblo de México y de Puebla.  Que generaron, por lo menos, tres México y tres Pueblas, los de primera, segunda y tercera clase, es decir, los  muy muy ricos y privilegiados, que incluso figuran en el “rankin mundial” de la revista Forbes con insultantes índices y niveles de riqueza; los medianamente ricos, cuyas “comodidades  y status” de gran des privilegios no alcanzan sino a muy pocos, pero han terminado por ejercer una suerte de “neocolonialismo interno” que explota sobre todo a los más vulnerables, es decir, a las clases trabajadoras y a los más desheredadas; finalmente el de los asalariados, quienes “para no morirse de hambre” tiene que trabajar en jornadas de trabajo “muy mal pagadas”, con salarios “pingues” y “raquíticos”. Estos últimos que son millones, empero son <<quienes sostienen>> con su “trabajo mal pagado” a las otras dos capas: a las de los muy ricos y a las de los medianamente ricos.  Pero no sólo a ellos, sino también “a los ricos de afuera” sosteniendo sobre todo las “extratosféricas  ganancias” de las “trasnacionales” y de “los bancos” y demás “usureros” internacionales, `por ejemplo.  Ya el Presidente AMLO apenas el día de ayer, denunció por ejemplo ¿quién determinó y ordenó las seudo-reformas anticonstitucionales sobre energéticos, la educativa, la laboral, la agraria, etc.? Denunció la “mano negra” de las trasnacionales y de la OCDE.  Tales reformas apuntalaron y reafirmaron la “injusta” estratificación social, la “explotación del hombre por el hombre” en nuestro país y estado de Puebla.  Tan “nefasta Hazaña”, con toda su carga de injusticia y arbitrariedad fue producto, qué duda cabe, del “antiguo régimen”, exactamente ese que no puede ser avalado y que tiene que ser “desterrado y superado” por el nuevo Gobernador Morena.   

2.   Hacer realidad en Territorio y población de Puebla la <<Cuarta Transformación>>. ¿Qué significa esto?  Significa que el hambre; el desempleo, la pobreza extrema; la administración de justicia, sobre todo la laboral, familiar y la agraria; la impunidad, la corrupción,  la inseguridad y los crímenes de odio extremos; las enfermedades endémicas; la prostitución o trata de personas y venta de órganos de infantes, extremos; el desempleo extremo; el analfabetismo extremos;  el tráfico de tierras ejidales que son arrancadas a precios infames, raquíticos, a ejidatarios de condición en extremo vulnerables, y luego son revendidos, ya fraccionados, en precio dólar o euro, y que no sólo dan cuenta sino que encubren un nuevo despojo  de las tierras de sus poseedores originarios; la explotación indiscriminada de nuestros recursos naturales, sobre todo por empresas extranjeras; la exclusión extrema de grandes multitudes de niños y jóvenes del derecho a educarse;  la negación neoliberal y burocrática extrema de elementales servicios públicos como  el del agua, luz, alcantarillado, pavimentación banquetas, mercados, clínicas, hospitales, farmacias; medicinas, la trasgresión sistemática de los derechos humanos no solo de los nacionales sino de los migrantes, de los indígenas, de los grupos de género: Homosexuales, transexuales, prostitutas, , lésbicos-geys, etc., son desde luego específicos en Puebla, y por lo mismo reclaman un tratamiento que incorpore las características que les son peculiares dadas las circunstancias regionales del estado de Puebla. La <<Cuarta Transformación>> no será realidad si el nuevo gobernador y su gabinete no reparan en esas especificidades y peculiaridades.  Si no incorporan además de <<cuerpos nomotéticos>>,  <<cuerpos ideográficos>> que permitan ver desde una perspectiva multi-inter y transdisciplinaria todos estos problemas, que tienen que retrabajarse y tratarse de acuerdo con las especificidades aquí indicadas para su correcto abordaje.

3. Hacer realidad el segundo nivel de democratización en México y Puebla. Pues no basta con una democracia sólo electoral, que sólo cuenta votos, del “borrón y cuenta nueva”, que no repara en quienes resultan “ganadores” en las urnas, que para esos efectos lo mismo da si se trata de un “fascista”, de un derechista, conservador, que de un nacionalista o de un demócrata o de un izquierdista  convencido, etc.  Ahora bien, el segundo nivel de democratización de nuestro país y de Puebla reclama, más aun, exige niveles de preparación educativa y culturales superiores, en primera instancia. Por tal razón las <<reformas>> en estas materias son fundamentales.   Pero también de manera paralela inculcar la democracia como sistema y modo de vida.  ¿Qué significa esto?  Que no es suficiente  que la democracia sólo sea en general sino que además deben democratizarse los espacios sociales particulares como los partidos políticos, medios de comunicación, universidades, sindicatos, colegios de profesionistas, normales, familia, empresas, clero, clubs deportivos, etc. Y desde luego los tres niveles de gobierno en sus cuerpos burocrático administrativos deben desarrollar de modo urgente el método y disciplina democráticos en correspondencia con el desarrollo de relaciones humanas que conduzcan casi de modo automático al respeto irrestricto de los derechos humanos.  La democratización en su segundo momento en México y Puebla no puede ser sino cualitativa que permitas realmente un tránsito a un mundo y sociedad mejores. El claro compromiso del nuevo gobernador en este sentido es más que urgente, requiere una íntima convicción.  El derecho al desarrollo democrático de nuestra sociedad mexicana y poblana no es de nadie en particular es un derecho social de todos los mexicanos y poblanos  y el jurídica y políticamente obligado a hacerlo posible, a hacerlo realidad no es otro que el gobernante en turno. Luego si reparamos en esto.  La cuestión no solo reside en ser gobierno, sino en responder a las expectativas del Pueblo, de la sociedad civil de Puebla que no ha tenido democracia, pero ahora la quiere en un máximo nivel, de calidad.  Los tiempos políticos actuales, en efecto, son de MORENA, pero esencialmente son de los ciudadanos.  No olvidemos que estos esperan resultados que no pueden verse frustrados por gobiernos que solo hacen uso de los poderes públicos para incrementar  las arcas de su fortuna personal, para enriquecerse traicionando el erario  público, la riqueza pública que solo es del pueblo. La candidatura de Luis Miguel Barbosa desde luego responde a la conciencia de este gran compromiso, y su reto es estar a tono con las expectativas populares que ha generado. En ¡Hora Buena!: Candidato.

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