Pahuatlán, ¿por qué es el pueblo mágico menos visitado?

  • Antonio Madrid
Falta de infraestructura, acceso en mal estado y apatía de autoridades, las principales causas

Pahuatlán es un pueblo ubicado en la Sierra Norte del estado que sin duda resulta atractivo para muchos debido a sus calles empinadas, algunas de ellas todavía empedradas y su arquitectura que le hacen ver como un pueblo donde el tiempo se hubiera detenido. Su clima semitropical es también agradable y durante la mayor parte del año es posible convivir al aire libre.

Durante la Semana Santa es la temporada donde es mayormente visitado, debido a que se realiza en esas fechas la tradicional feria anual. La gente suele acudir a las albercas que se encuentran en el pueblo y el puente colgante, muy cercano a estas. Dicho puente rústico, construido de madera, atraviesa el río Pahuatitla y comunica con la comunidad de Xolotla.

En el centro, es posible visitar la parroquia de Santiago Apóstol, construida por monjes agustinos en el siglo XVI, visitar algunos puestos de artesanías en los portales y degustar de la gastronomía, que pueden ser unas enchiladas tradicionales, con una salsa picante mucho más acentuada que en la región –en Huauchinango y Xicotepec, por ejemplo, los antojitos se acompañan con salsa de tomate nada picosa-; el café que es magnífico y los llamados tamales de hollejo, elaborados con la cáscara de los granos de elote. Desde luego, el visitante podrá admirar la arquitectura de algunos edificios como la Presidencia Municipal y algunas casas del centro. Ya si se tiene tiempo, se puede ir a San Pablito, donde se elabora el papel amate.

No obstante estos atractivos, de acuerdo a un estudio realizado por el Observatorio Turístico de Puebla, y dado a conocer el pasado 9 de septiembre por e-consulta, Pahuatlán fue el Pueblo Mágico menos visitado de los doce con que cuenta la entidad. En contraste, Zacatlán y Chignahuapan, que también se encuentran en la Sierra Norte del Estado, se encuentran entre los más visitados de la entidad.

¿Qué sucede entonces?

Sin afán de polemizar y sin que esté de por medio un estudio riguroso, hay cosas que, quienes hemos visitado los tres pueblos mágicos de manera constante, saltan a la vista. El primer factor que quizá debiera destacarse es el pésimo acceso que se tiene a Pahuatlán. Lleno de baches, hay momentos en que llega a parecer un campo minado. En este sentido cabe resaltar que dicho acceso tiene una característica singular y es que abarca zonas que pertenecen al vecino estado de Hidalgo. Esto, que pudiera parecer irrelevante no lo es, ya que al no pertenecer Pahuatlán a su estado, a las autoridades de esta entidad, poco parece importarles que el acceso principal esté en malas condiciones, pues no afecta mayormente a ningún pueblo suyo. En consecuencia, dicha carretera –en dicho tramo que pertenece a Hidalgo-, casi siempre está en malas condiciones-.

Claro está, que salta a la mente la pregunta de ¿por qué las autoridades municipales de Pahuatlán no gestionan con las autoridades hidalguenses para remediar este asunto ya que son los principales interesados? Al parecer es falta de interés. A duras penas a veces logran arreglar el tramo que pertenece a Puebla. Hubo un tiempo, en la pasada administración que se logró mejorar todo el acceso, cambiando desde luego el panorama para Pahuatlán, pero el gusto duró poco, porque las constantes lluvias y la humedad de la zona, afectan severamente el asfalto. Hoy se ha logrado que el tramo poblano esté en mejores condiciones, pero no así el hidalguense.

Este problema -como decía-, salta a la vista y no es menor. El segundo problema es la falta de infraestructura hotelera y restaurantera. Hasta hace poco, solamente había dos hoteles. Hoy me parece que la oferta ha aumentado, llegando a ser cinco hoteles formales, algunas cabañas y la gente, que habilita sus domicilios para albergar a los visitantes, sobre todo en Semana Santa. Si se quiere ir, deberá reservar casi desde un año antes.

En el caso de restaurantes o cafés, la oferta también es escasa y en cuanto a atractivos turísticos, son tan pocos que pueden recorrerse en unas cuántas horas, obligando al visitante a retirarse.

¿Qué han hecho las autoridades al respecto? Al parecer muy poco. El actual alcalde, Eduardo Romero Romero, quien se reeligió en las pasadas elecciones por Morena, luego de llegar como candidato independiente, pese a ser empresario, no ha invertido en ninguna mejora para que Pahuatlán atraiga más turismo. El último atractivo que se estableció fue una tirolesa, también en el periodo de la primera y única mujer presidenta que ha habido en Pahuatlán, Guadalupe Ramírez Aparicio.

Hoy que está por arrancar un nuevo periodo de gobierno, aunque con la misma persona al frente, no estaría de más que se pensara en un proyecto turístico de mayor alcance, que haga que Pahuatlán logre atraer más visitantes. De lo contrario están condenados a seguir en el fondo de la tabla, como el pueblo mágico del estado de Puebla menos visitado.

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Antonio Madrid

Comunicador y periodista. Reportero, corresponsal y columnista (La Pasarela) en diversos medios poblanos. Ha ejercido su labor reporteril en radio, televisión y prensa escrita en medios de Huauchinango y Xicotepec.