Rostros de la muerte

  • Eduardo García Anguiano
En el México de nuestros tiempos son tres las caras que exhibe la muerte

No me referiré a las conmemoraciones anuales de cada noviembre ni a los fallecidos por el COVID-19, sino a nuevos rostros que aparecen como datos estadísticos para medir la cantidad de muertes por asesinatos. Otras veces ese rostro se dibuja difusamente esperando se aleje y también se nos presenta como una cara para proponer acciones de gobierno.

Cifras: En los datos oficiales la muerte aparece con un rostro frío pues en el sexenio de Peña Nieto hubo 157,158 homicidios, en el período de Calderón se tuvieron 121,613 víctimas mortales, en el que concluye con dos meses menos de los gobiernos señalados en cuanto a duración, al 22 de septiembre de este año las fiscalías estatales y la federal registraron 198,084 homicidios dolosos en el país; el promedio de homicidios con Salinas presidente fue de 35 diarios, actualmente es de 95. Primer rostro: De registro lúgubre que demuestra cómo lo hecho no redujo los asesinatos.

Desparecidos: Con datos al 14 de mayo más de 50,000 personas han desaparecido en el actual período gubernamental, once días después la cifra disminuyó a 48,870 víctimas. En promedio una persona desparece cada hora en el país, en el gobierno de Calderón ocurrieron 0.49 desapariciones por hora y en el de Peña Nieto fueron 0.64. Los desparecidos en este sexenio representan el 44 por ciento del total. Segundo rostro: Muerte difuminada porque aún no se presenta.

Discurso: El nuevo gobierno federal ha difundido como una de sus acciones prioritarias “Consolidar la estrategia de seguridad para la disminución de la incidencia de homicidios dolosos y delitos de alto impacto”, para ello propone “Implementar 5 estrategias emergentes a fin de obtener resultados en los primeros 100 días de Gobierno”, siendo una de ellas la “Disminución de la incidencia delictiva de alto impacto en los 10 municipios con mayor número de homicidios dolosos”.

El sólo hecho de diseñar la propuesta anterior muestra que lo realizado últimamente no redujo los asesinatos. Tengamos presente que los tres municipios con mayor tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes son: Colima con 173.2, Tijuana con 86.6 y Acapulco con 85.3 (la tasa nacional es 20.5 y en el mundo según la UNODC es de 5.8). Tercer rostro: En este caso la muerte aparece como intención de gobierno.

Muchos números fríos, la realidad no; una situación social cuyas causas no han sido atendidas; fueron años de muertes lacerantes en el panorama nacional.

Bob Dylan, Premio Nobel de Literatura, expresó: “Cuántas muertes más serán necesarias para darnos cuenta de que ya han sido demasiadas”.

 

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Eduardo García Anguiano

Sociólogo y maestro en Administración Pública. Ha laborado en el gobierno federal y gobiernos locales en áreas de seguridad y gobierno. Ha sido profesor en la Universidad de las Américas Puebla, el IMIDECIP y el INAP. Escribe la columna Operación Seguridad.