Comienza un capítulo más en la relación Trump-migrantes, este fin de semana arribaron a la frontera norte de México en Tijuana la Caravana Migrante, donde cientos de centroamericanos solicitarán asilo político a los Estados Unidos como una forma más para ingresar al país y perseguir su sueño americano.

Por un lado, los migrantes buscan asilo político en un país que les brinde seguridad y paz; mientras que Estados Unidos reafirma su política antimigrante no permitiendo su entrada y ejerciendo su soberanía con el pretexto de la seguridad de los ciudadanos norteamericanos y al mismo tiempo exigiendo que ese asilo lo soliciten en México que es el primer país en paz en el que se encuentran.

El gobierno de Trump ha dicho que la caravana es un “intento deliberado de socavar nuestras leyes y sobrecarga nuestro sistema” y con esto justificarían el envío de más jueces a la zona fronteriza.

El proceso que pretenden seguir los migrantes es que una vez que pisen suelo norteamericano pedir asilo, que los detengan tres días, para posteriormente ser liberados con un dispositivo de seguimiento en el tobillo y no regresar más a sus citas con los agentes de migración.

Por ello, Trump acusa a los líderes de las minorías demócratas en ambas cámaras por tener leyes tan flexibles, que permiten que los migrantes puedan evadirlas y quedarse de forma indefinida en su país. Afirmó que una vez en los EEUU, son asesorados por abogados para saber qué decir ante el agente migratorio, ser arrestados y no repatriados a sus países de origen.

Incluso el presidente Trump amenazó con el cierre de la frontera con México “Si no tenemos seguridad fronteriza, vamos a cerrar la frontera”. No especificó las características de este cierre, por lo que afectaría el tránsito de personas, mercancía y miles de millones de dólares en transacciones entre EEUU y México.

La solución no es cerrar la frontera, con lo que Trump “se estaría disparando al pie”; se deben buscar alternativas que permitan legalizar a millones de personas que su único delito en EEUU fue cruzar una frontera de manera ilegal y que ahora forman parte de la sociedad estadounidense. Por otro lado, junto con las autoridades mexicanas se debe enfrentar el problema de la migración atendiendo sus causas. La violencia en Centroamérica, se debe entre muchos otros factores a la falta de oportunidades. Por su parte, México busca disminuir la violencia en ciudades donde el narcotráfico se ha apoderado de los jóvenes, otorgando, becas para que sigan estudiando en nuestro país y fomentar el deporte.