El cincuentenario del movimiento de 1968

  • Itzel López Nájera
Enriquecer la memoria desde diversos actores, no sólo los dirigentes estudiantiles. Expandir la mira

Este 2018 se cumplen cincuenta años de aquel movimiento que comenzó teniendo un carácter estudiantil, y que poco a poco se fue extendiendo a otros sectores poblacionales que hicieron suyas las seis demandas enarboladas por el alumnado. Mucho se ha escrito sobre ese año convulso a nivel mundial, y en particular en México existe una amplia bibliografía sobre el tema: a) textos donde se hallan plasmados los testimonios de los participantes, son los que más abundan, y buena parte de la producción se ha centrado en la palabra de los que fueron representantes dentro del Consejo Nacional de Huelga (CNH); b) algunos libros de corte más analítico con aproximaciones de corte sociológico; c) un sinnúmero de análisis sobre los hechos ocurridos el dos de octubre en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco; d) textos producidos para dar cuenta de las manifestaciones artísticas que rodearon los meses de movilización; e) novelas, cuentos, obras de teatro, y poesía inspiradas en la lucha estudiantil y popular; f) tesis y productos de investigación derivados de trabajos de posgrado que lo abordan desde variados referentes teóricos y desde diversos posicionamientos metodológicos; g) artículos en revistas de opinión o de carácter abiertamente militante o político; h) “papers” de carácter académico, publicados en revistas arbitradas e indizadas, desde donde se busca divulgar la producción del conocimiento; i) y, algunos libros y documentos producidos ex profeso, en defensa de las posturas del gobierno federal y sus funcionarios.

 

A pesar de existir una amplia producción sobre el tema del 68, persisten algunas carencias analíticas entorno a este importante objeto.

-- En principio, es necesario recordar que el movimiento no representa sólo lo acontecido el 2 de octubre. Por supuesto que la referencia a los sucesos de ese día resulta indispensable, y que la demanda por el esclarecimiento de lo ocurrido en Tlatelolco persiste como una huella indeleble que ha marcado hondo en la subjetividad de la población y en los procesos políticos que muchas agrupaciones conforman. Pero de la importancia de dichos acontecimientos, no se deriva que otros sucesos sean olvidados o no incorporados a la narrativa más conocida sobre el movimiento.

 

-- Abrir la mirada. Es perfectamente compresible que buena parte del análisis se haya centrado en esta fecha, pero resulta interesante y productivo rescatar los otros hechos y las otras miradas. Esto lleva a un segundo planteamiento: la necesidad de retomar nuevas fuentes primarias y nuevos testimonios en aras de construir una nueva memoria que se sume a las ya conocidas. No sólo la palabra de los miembros del CNH es valiosa, también lo es la de los miles de participantes que día a día fueron dando vida al movimiento a lo largo de los cinco meses que tuvo vida el órgano de representación. Ejemplos de ello son: la participación de los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN), la de escuelas particulares como la Universidad Iberoamericana, de las mujeres, de los brigadistas, de los críticos internos al CNH, de los maestros de aquella generación, de las organizaciones sociales que acompañaron a los jóvenes, y de otras varias figuras necesarias de ser escuchadas. La mirada sobre lo no contado, los silencios pudorosos, lo acontecido al margen del Consejo, resulta pues, un aporte valioso en la comprensión de nuestro mapa político presente.

 

-- Descentrar la discusión sobre el 68. El movimiento tuvo un fuerte carácter nacional que derivó en procesos diversos a lo largo del territorio. El circunscribirlo sólo en función de lo ocurrido en el Distrito Federal (así llamado entonces, hoy Ciudad de México), implica dejar de lado los amplios efectos que produjo a lo largo y ancho del país, a corto, mediano y largo plazo. Implica también acotar en demasía las discusiones, los debates, las transformaciones de diverso tipo que engendró y condicionó, en diversos ámbitos (políticos, culturales, religiosos, educativos, etc.) en el territorio nacional.

 

-- Los vínculos internacionales. Poco se sabe sobre la influencia global de los diversos sesentayochos que ocurrieron en todo el mundo, así como la manera en que tejieron vínculos entre sí. ¿Los hubo? ¿En qué sentido?

 

Así, es posible sostener la necesidad de conformar una conmemoración enriquecida por la apertura de líneas emergentes en el debate, de carácter plural, que permita la construcción de una renovada y enriquecida memoria del 68.

 

La autora es profesora de la Universidad Iberoamericana Puebla.

Sus comentarios son bienvenidos

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Itzel López Nájera

Profesora de la Ibero Puebla. Doctora en Ciencias en investigaciones educativas, y Maestra en Ciencias, ambos por el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN y licenciada en Sociología por la UNAM