La realidad de la Puebla violenta

  • Geraldine González
Feminicidio como odio al género es castigado en el hecho y en sus motivos. Alerta de género, urge.

Diana Russell dice que los FEMICIDIOS son la expresión de la violencia extrema contra las mujeres y niñas. Representa una experiencia de terror continuo, donde figuran humillación, desprecio, maltrato físico y emocional, hostigamiento, violencia sexual, incesto y abandono.

 

Julia Monárrez Fragoso, es más clara al afirmar que el feminicidio es el resultado de la relación de inequidad entre los géneros, la estructura de poder y el control que tienen los hombres sobres las mujeres que les permite disponer de sus vidas y sus cuerpos, decidiendo ellos el momento de la muerte; los motivos a los que recurre para justificar el asesinato; los actos violentos que se ejercen en el cuerpo de la víctima, la relación de parentesco entre la víctima y el victimario; los cambios estructurales que se dan en la sociedad; la falta de investigación y procuración de justicia por parte de los aparatos de impartición de justicia; lo que implica necesariamente la responsabilidad o complicidad del Estado.

 

El  Congreso de Puebla, retoma el tema y analiza las leyes vigentes en la materia y observa la posibilidad de tipificar todo homicidio doloso contra una mujer como feminicidio. ¿ACERTADO o poco viable? ¿Qué dice la ley sobre ello? El feminicidio es una figura que se justifica cuando se priva de la vida a una mujer por razones de género, entendiéndose esto último cuando se cometa por odio o aversión a las mujeres; celos extremos; cuando existan lesiones o mutilaciones infamantes o degradantes, violencia sexual, actos de necrofilia, tormentos o tratos crueles, inhumanos o degradantes; existan antecedentes o datos de violencia en el ámbito familiar, laboral, escolar o cualquier otro; haya existido una relación sentimental, afectiva o de confianza entre los sujetos; hubiera amenazas relacionadas con el hecho delictuoso, acoso o lesiones; que la víctima haya sido incomunicada; que el cuerpo de la víctima sea expuesto o exhibido en un lugar público, o que la víctima tenga parentesco con el victimario… en conclusión, que se verifique el odio hacia la mujer.

 

Si bien es cierto, es obligación de los Estados  adecuar su legislación a los instrumentos internacionales, es necesario no alargar tiempos ni  crear cortinas de humo ante la realidad, porque  la SANGRE SIGUE CORRIENDO, se incrementa el asesinato de mujeres y la crueldad con la que se producen, lo que nos obliga a actuar y sumar cada esfuerzo, como el de la Alerta de Violencia de Género para fortalecer la prevención y la procuración e impartición de justicia.

 

Por ello considero que “NO es viable generalizar la norma, ya que hacerlo promovería la inequidad”, además de que sobre regularía una conducta ya sancionada por el “homicidio”, el cual castiga la privación de la vida y no los motivos por los que se comete, como sí lo hace el feminicidio. Lo que sí es necesario es que las autoridades fortalezcan y agilicen los procesos de investigación, procuración e impartición de justicia y con ello amplíen los criterios y mecanismos que hagan posible acreditar el feminicidio, además de la responsabilidad del presunto responsable hasta la imposición de una sentencia. En otras palabras, IMPARTIR JUSTICIA Y DISMINUIR LA IMPUNIDAD.

 

En una conferencia que impartimos sobre este tema en la Universidad del Golfo de Tehuacán, alumnos desesperados se expresaron abiertamente y reclamaron: “Estamos hartos de leyes que no se apliquen, de sentencias que no se conozcan y condenas que no se cumplan, el que matare a otro que sea castigado, queremos, dijeron, ver RODAR CABEZAS. ¡BASTA DE IMPUNIDAD!”.

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Geraldine González

Diputada local de la LIX legislatura. Presidenta de la comisión de vivienda. Estudió periodismo, historia del arte y sociología, esta última disciplina en la U. Iberoamericana campus Ciudad de México.