Duele Mara Fernanda

  • Patricia Estrada
La urgencia de emitir la alerta de género. Erradicar la cultura machista. La víctima no es culpable.

Las redes sociales se inundaron de comentarios solidarios hacia la familia de Mara Fernanda Castilla, asesinada por un chofer de la empresa Cabify. El sentimiento unánime fue de tristeza y condena por la muerte violenta de la joven de 19 años de edad pero las mujeres del país decidieron alzar la voz fuerte y claro: ¡Ni una menos!

 

La empresa Cabify tuvo que asumir el error que cometió en el primer mensaje publicado en la red tras la confirmación de que el cuerpo de la estudiante de la UPAEP había sido encontrado en una barranca en Xonacatepec.

 

"Lamentamos profundamente el fallecimiento de Mara Fernanda. Todo nuestro equipo se solidariza con su familia y los acompañamos en este momento".

 

Los usuarios en twitter le exigieron a la empresa que reconociera la muerte de Mara como un feminicidio y así lo escribieron minutos más tarde. Por supuesto nada cambia; la empresa es responsable de la gente que maneja sus unidades. El gobierno del estado decidió revocar el permiso de circulación a Cabify y anunció nuevas medidas de regulación para otras empresas de transporte privado. 

 

El asesinato de Mara sacudió otra vez a miles de ciudadanos preocupados por la inseguridad que afecta principalmente a las mujeres. El cumplimiento a las recomendaciones emitidas por la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM) quedó rebasado frente al feminicidio número 84 en el estado de Puebla; hoy más que nunca se exige la activación de la alerta de género.

 

El ataque contra las mujeres no es un hecho aislado sino la consecuencia de una cultura machista; es un problema que encuentra su origen en el hogar cuando la mujer es desvalorizada y violentada -en ocasiones- bajo el consentimiento de los padres y hermanos. Cuando la mujer enfrenta desacuerdos graves con su pareja también la violencia está presente en palabras y conductas. Es una línea muy delgada que una vez que se cruza no cabe ni el perdón ni el olvido.

 

La violencia de género es también auspiciada por leyes endebles que no castigan duramente el acoso callejero o peor aún la trata de personas. Los espacios públicos son cada vez más inseguros y no hace falta una minifalda para que las mujeres sufran tocamientos lascivos. Quien piense que la mujer propicia el acoso o el abuso sexual por su vestimenta o comportamiento es un auténtico enano mental.

 

Ni los ministerios públicos ni el sistema judicial son aliados de las mujeres. Una mujer violentada puede tardar más de medio día en presentar la denuncia correspondiente y debe esperar la justicia sentada porque sus casos forman parte de la pila de expedientes en los juzgados.

 

Los hombres que deciden agredir y asesinar a las mujeres es porque perciben que la impunidad se impone casi siempre en estos casos. No estamos mandando el mensaje suficientemente enérgico para que piensen dos veces antes de actuar. 

 

Mara Fernanda y las demás mujeres golpeadas, abusadas y/o asesinadas merecen justicia. Sus familias, amigos y compañeros merecen justicia. De aquí en adelante es urgente que ningún otro hombre decida cuándo y cómo acabar con la vida de una mujer. 

 

Es legítimo el reclamo de seguridad para las mujeres. Un feminicidio jamás será culpa de la víctima. Nadie en su sano juicio busca la muerte violenta; no desvirtuemos el ángulo del problema satanizando si las mujeres tienen o no más libertades que antes. Todas las mujeres tenemos derecho de regresar a casa a salvo y vivir sin miedo. 

 

Por Mara Fernanda y las víctimas de feminicidio el deseo ferviente de que descansen en paz y que sus seres queridos encuentren justicia.

 

Mi cuenta en twitter @estradapaty

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Patricia Estrada

Directora de noticias y conductora del noticiero de La Tropical Caliente 102.1 FM

Ex reportera de Ultranoticias, Radio Oro, Radio Tribuna y Momento Diario. Aprendizaje permanente del año 2001 a la fecha; egresada en Ciencias de la Comunicación UPAEP.