Luis Banck y el informe de un presidente municipal sustito sin legitimidad

  • Roxana Luna Porquillo
Nombramiento que no le corresponde. Ilegítimo de origen. La opacidad y poca claridad acompañan su no

Es lamentable que los informes de labores se hayan convertido en un circo político-empresarial, en los que funcionarios se pavonean y demuestran lo que coloquialmente se conoce como músculo político, gastando para ello millones de pesos en propaganda y difusión que bien podrían invertirse para el beneficio de los ciudadanos.

Un informe además sirve para promover la imagen de un político y sus metas cumplidas, pero qué logros puede promover un presidente municipal sustituto que lleva tan sólo un año en el cargo y que tiene el trabajo de adular los logros de un ex y actual gobernador dado que por ellos ocupa hoy el cargo o ¿Acaso se trató de una extensión del último informe de Moreno Valle?

Luis Banck, actual presidente municipal de Puebla, rindió su informe de labores, él es prácticamente un funcionario público desconocido e ilegitimo para la mayoría de los habitantes del municipio quienes aún consideran que Antonio Gali ocupa dicho cargo. Y es que su nombramiento como presidente municipal fue una estrategia política en donde se hizo uso del sumiso Congreso del Estado de Puebla para posicionarlo en un espacio clave para las aspiraciones políticas de quien le regaló el cargo: Rafael Moreno Valle.

Luis Banck utiliza hoy un cargo de presidente municipal que no le correspondía, el 22 de agosto del 2015, seis meses antes de su nombramiento como presidente municipal sustituto, se reformó la Ley Orgánica Municipal del Estado de Puebla en su artículo 52, sección segunda, inciso C y se agregó un párrafo que faculta al Congreso del Estado para que en ausencia absoluta del presidente municipal sea este el que designe al nuevo munícipe.

Con la reforma no sólo se modificó la le ley para beneficio de ahora exgobernador, sino que se está violentando la autonomía de todos los municipios de la entidad dado que esta acción es una facultad que deben tener los mismos municipios pues conocen su estructura institucional. Por lo que hoy el Congreso podrá tomarse la molestia, si así lo considera, de nombrar presidentes sustitutos a su merced cundo los presidentes electos popularmente no coincidan ideológicamente, no apoyen o no se ajusten a los proyectos políticos del ejecutivo o de la mayoría de la cámara.

El nombramiento como presidente municipal que recibió Luis Banck está tachado por la corrupción, la opacidad y un aura de ilegitimidad; los ciudadanos desconocen quién es y esto se traduce en su baja aceptación y rechazo, además se trata de una razón justificada si se toma en cuenta que nunca tuvo que buscar el apoyo popular para ejercer el cargo al cual llegó mediante una imposición, por ello fue un informe de un presidente deslegitimado.

Y no habrá que confundir la legalidad con la legitimidad, Banck lo único que hizo fue continuar con el formato mediático tradicional del morenovallismo cuando pudo haberse ahorrado todo el mini circo dado que no tenía ningún logro propio que promocionar o espectadores a quienes dirigirse, hoy sólo tiene su nombramiento aparentemente “legal” que ostenta producto del servilismo del Congreso al exgobernador Rafael Moreno Valle.

Banck no cuenta con un programa de trabajo definido desde que tomó el cargo el pasado 21 de febrero de 2016, gracias a los 27 votos a favor del Congreso del Estado, y no ha asumido realmente su responsabilidad como presidente municipal para velar por los intereses de los ciudadanos del municipio, su trabajo sólo ha consistido en culminar las pequeñas obras que dejó inconclusas el expresidente municipal Antonio Gali a quién en su momento también se le indicó que proyectos debía poner en funcionamiento.

            Su gestión ha sido tan gris como su persona, la inseguridad sigue creciendo, el robo de autopartes va en aumento, los asaltos al transporte público no han cesado, la violencia en contra de la mujer en lo que lleva de su periodo no se detiene, el negocio del metrobús denominado sistema RUTA no ha mejorado y el programa de movilidad en bicicleta pensado como en los países europeos está aún lejos de transformase en una realidad. El problema de la pobreza en el municipio no se ha combatido, la marginación es constante y el acceso a los servicios públicos en las colonias populares sigue generando dificultad a sus pobladores.

Es una realidad que Luis Banck no tiene mucho que promover, principalmente porque su trabajo no está centrado en gobernar sino en generar una estrategia de propaganda política que impulse y promueva al actual gobernador y al exgobernador. Para muestra están las continuas repeticiones en su discurso del nombre de Rafael Moreno Valle como agente promotor de la trasformación en Puebla como si realmente hubiera habido alguna que haya beneficiado de manera directa a los habitantes de la ciudad.

Los datos y cifras que promueve parecieran ser una extensión del informe final de Moreno Valle, ya ni siquiera de Antonio Gali, en donde lo único que cambió es el timbre de voz y el rostro, pues se continuó haciendo uso de la especulación para promocionar los logros, con foto tras foto, dato tras dato y obra tras obra, los cuales no reflejan realmente la terrible situación de pobreza y abandono que viven miles de poblanos.

Ahora, pese a tener el nombramiento de presidente municipal de Puebla, Luis Banck no es más que un burócrata encargado de maquillar la espalda de quien modificó la Ley Orgánica Municipal para permitirle ocupar el puesto. Sus acciones distan mucho de ser las que por ley está obligado a llevar a cabo un presidente municipal, y prácticamente su función consiste en mantener el control político del que será por su tamaño, presupuesto y población un municipio clave en futuros procesos electorales a corto plazo.

            En términos operativos prácticamente el hoy presidente municipal sustituto, así como lo fue Antonio Gali, sólo es un personaje más dentro del tejido de ambiciones de Moreno Valle, quien astutamente haciendo uso de la ley para su conveniencia calculó los tiempos para poder operar políticamente aún en su ausencia, no sólo la gubernatura sino también el municipio de Puebla.

Al realizar su informe Luis Banck cumplió con la tarea encomendada, pasó desapercibido, no robó los reflectores a sus jefes inmediatos sino por el contrario los dirigió hacia ellos, halagó sus personalidades ensalzándolas como los grandes transformadores de Puebla, se mantuvo gris y en las sombras como ha sido todo su gobierno, sólo por algunos minutos intentó salir de la penumbra para hablar de su persona, lo suficiente para pensar quizá en futuros cargos de representación como premio por todo el proselitismo que hizo de manera arbitraria.

Con todo lo señalado anteriormente es difícil hacer un balance claro y con datos reales de la gestión actual del presidente municipal sustituto de Puebla, principalmente porque desde que Antonio Gali tomó posesión en el mismo cargo en 2014 hasta la fecha no ha existido una diferencia ni límites definidos en la forma de gobernar y de conducir los asuntos políticos entre el nivel municipal y el nivel estatal, todo parece estar cortado con la misma tijera.

            Los costos reales y las facturas cortesía del morenovallismo que hemos estado pagando los poblanos en lo que va de la presente década aún permanecen ocultos, poco a poco iremos conociendo y descubriendo que tan obscuro es el fondo de la esfera de corrupción que ha construido esta élite política que ha utilizado ya no sólo municipio sino a todo el Estado como una plataforma política y económica para maximizar beneficios privados.

Con su informe, Luis Banck ya jugó con su posición para su grupo político, tal parece que fue todo un éxito, lograron tener los reflectores, promocionarse y ser aplaudidos por un auditorio que también cumplió con su rol; sin embargo, para un gran número ciudadanos del municipio de Puebla el informe -del cual muchos ni se enteraron que existió pese a la propaganda excesiva en paraderos, transporte público y espectaculares- fue absurdo y sin fondo.

Con más ocurrencias que con logros Banck dio cuenta que la prioridad no son los ciudadanos, sino los intereses políticos del grupo político al que pertenece incluidos la mayoría de sus regidores que lo único que han hecho es reproducir las prácticas morenovallistas. Pero comprender este fenómeno es simple porque ¿Qué responsabilidad puede tener un funcionario que no debe su cargo de manera legítima a la sociedad sino al regalo de acuerdos políticos entre su grupo? ¡Ninguna!

 

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Roxana Luna Porquillo

Abogada y política poblana, militante del PRD. Nacida el 24 de marzo, fue Diputada Federal por Puebla y candidata a la gubernatura de Puebla en 2016