Contrario a lo que hiciera el hoy difunto Miguel Barbosa, quien gobernara Puebla desde la capital y sin visitar de manera recurrente las diferentes regiones y municipios del estado, el gobernador interino Miguel Salomón Céspedes se ha pasado gira tras gira en todo el estado inaugurando obras sin atender su principal actividad: gobernar.

Si a Miguel Barbosa se le criticaba por no visitar el interior del estado, la realidad es que tenía un control parcial de gobierno sobre toda la entidad, en cambio, el actual gobernador con sus giras maratónicas pareciera que le interesa más proyectar su imagen pública para obtener su siguiente cargo, que gobernar y atender las demandas de la ciudadanía del cuarto estado más importante del país.

Quizá que a Sergio Salomón la gobernabilidad del estado se le ha salido de las manos o nunca la tuvo. La violencia sigue en aumento, las carreteras se han vuelto peligrosas, los asesinatos han incrementado y Puebla ocupa la décima posición a nivel nacional con más feminicidios, mientras muchos se preguntan: ¿dónde está el gobernador para atender estas fragilidades del estado? A lo mejor el gobernador ha bajado las manos frente a las y los poblanos y hoy prioriza reciclarse dentro de la estructura del siguiente gobierno de la mano de algún aspirante presidencial.

Además, la ciudadanía ha entrado en una etapa de desgaste mental a raíz de la excesiva publicidad de los aspirantes guindas a un cargo de representación, pues los 217 municipios se han llenado de pintas, bardas y espectaculares, mientras nos volvemos a preguntar: ¿dónde está el gobernador? ¿Por qué no ha intervenido? ¿Dónde están las sanciones? ¿Por qué implementar rápidamente operativos para detener el tránsito de particulares que no han podido cubrir la verificación, y no llevarlos a cabo también para sancionar a quienes antes de comenzar el proceso electoral ya se están promocionando?

Aún falta un año para que termine el periodo de gobierno, pero todo indica que Sergio Salomón se perdió entre la titularidad del Ejecutivo por asegurar su siguiente cargo público, esto como consecuencia de que a estas alturas otros personajes tengan un mayor impacto político dentro de la sociedad que el propio gobernador. Y es que en la carrera por la gubernatura, el titular del Ejecutivo se ha quedado rezagado dentro de su partido. Mientras tanto, quienes han pagado las consecuencias han sido las y los poblanos, el sector más vulnerable hasta que aparezca el gobernador.