Filosofía de vida

  • Lilia Vásquez Calderón
La conclusión de un año es la ocasión para mirar atrás, valorar lo que se ha vivido, recordar a la gente que a partido, agradecer las nuevas amistades, los momentos gratos, los actos de fe, de solidaridad, las paradas obligadas y las caídas necesarias, nos hacen más humanos, nos vuelve más sensibles y refuerza nuestro sentido de existencia. El inicio de año es la oportunidad para fomentar una actitud positiva, encauzar con ilusión, confianza, entusiasmo, coraje, solidaridad, certidumbre nuestros proyectos. Por ello se vuelve impostergable considerar lo siguiente:

  1. Nuestro país se encuentra en una severa crisis y poco o nada le interesa a nuestros gobernantes encauzar un proyecto incluyente, equitativo, justo que disminuya las grandes disparidades que crecen cada día, por ello el ciudadano común tiene que organizarse, ser solidario, establecer redes sociales y tomar conciencia que lo que afecta a uno, repercute en todos.  
  2. La impunidad, la corrupción, la arbitrariedad, la banalidad se expresa cotidianamente, existe un desdén al ciudadano de a pie, por ello siempre hay que tener presente que lo único que nos queda es nuestra dignidad como valía única para exigir un sociedad más incluyente.    
  3. El referente social, económico y político  en el ámbito internacional, nacional, estatal y municipal no es nada halagador, aunado  a ello el cambio climático nos cobra las factura por nuestros excesos, desarrollar una cultura centrado en el optimismo, la responsabilidad, el bien común, protección del medio ambiente es una tarea impostergable.
  4. Procurar una alimentación sana, jerarquizar nuestros problemas, vivir a gusto con nosotros y con las personas que convivimos y conocemos, mantener una dosis de buen humor, admitir nuestra fragilidad y aceptar con humildad nuestros errores, se traduce en una forma de vida que nos evitará enfermar del cuerpo, de la mente y del alma.
  5. Vivir la vida con la claridad que solo se vive una vez y que nos corresponde a cada uno construir los cimientos y decorar con pinceladas de alegría, felicidad, amor, sabiduría, entusiasmo, es una responsabilidad a la cual no debemos renunciar.
  6. Debemos ser agradecidos por tener una familia, amigos, salud, casa, trabajo, tranquilidad, ello nos debe obligar a ser comprometidos en todo lo que hacemos día a día, para construir una sociedad más justa y equitativa.
  7. Debemos tener presente que la mezquindad, mediocridad, intriga, mentira, pesimismo, negatividad, altanería, arbitrariedad, agresión, traición son conductas que no debemos reproducir, fomentar y tolerar, desde nuestra actuar en el ámbito familiar, laboral, educativo y social las debemos rechazar, día a día.
  8. Rechacemos el narcotráfico, el uso de las drogas, la prostitución, la trata de personas, el abuso de ancianos, mujeres, hombres, niños, niñas, indígenas, campesinos, minusválidos, lesbianas, homosexuales, la pobreza y dominación de todo ser humano, fomentemos el respeto a la persona.
  9. Tener presente a los desaparecidos, torturados, perseguidos, asesinados, olvidados, marginados, encerrados es prioritario, olvidarlos es negarlos. La solidaridad con sus familias es fundamental, es necesario aprovechar los espacios públicos y los medios de expresión para exigir que aparezcan, para denunciar la tortura, el abuso y la arbitrariedad es nuestra obligación.

Nuestro país requiere que cada ciudadano de a pie, común, como Ud., yo y los otros reconsideremos nuestro actuar cotidiano, no cultivemos una sociedad inequitativa, enferma, podrida, nos merecemos un México que dé cabida a  todos y todas en igualdad de condiciones.

Este 2015 debe ser una oportunidad para generar cambios, hagámoslo desde nuestra trinchera, día a día, recuperamos nuestra papel de ciudadanos que tiene voz, inteligencia, voluntad y una gran capacidad de decisión, construyamos una filosofía de y para la vida. Deseo fraternalmente que todos sus proyectos y sueños se cumplan.

liliasilvia@yahoo.com

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Lilia Vásquez Calderón

Lilia Silvia Vásquez Calderón, Licenciada en psicología, maestra en derecho.

Coordinadora Académica del posgrado del  Centro de Ciencias Jurídicas de Puebla (CCJP)

Docente jubilada de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, BUAP.