CCJP: Por una cultura de equidad de Género y no violencia

  • Lilia Vásquez Calderón
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Generar una cultura de equidad de género  es esencial e impostergable, sin importar que sea hombre o mujer, ambos tenemos la capacidad de amar, sentir, desear, odiar, perdonar, olvidar, equivocar, por ello  todo y toda  menor, indígena, prostituta, lesbiana, minusválida, anciana, incapacitada, esposa, hija, madre, abuela, debe exigir un trato digno, respetuoso, de igual; las violencias cotidianas se producen reproducen cada día,  en la familia, la escuela, el espacio de trabajo, la relación de pareja.

La equidad de género nos lleva a construir una cultura donde se tiene que aprender a vivir juntos hombre y mujer, sin renunciar a ser uno mismo, ser congruente en nuestro actuar, pensar, hacer y sentir nos permitirá crecer, hacernos independientes, tener confianza, querernos y respetarnos. Por ello está comprobado que las primeras patologías que se expresan en la conducta humana se desarrollan cuando alguno de los elementos de la congruencia entran en conflicto, generando sentimientos de vacío, duda,  resentimiento, malestar, desamor y abandono. Por ello es necesario considerar lo siguiente:

  1. Cada persona hombre o mujer debe asumir una actitud de amor, respeto y reconocimiento a sí mismo, valorar nuestro cuerpo, manera de pensar y sentir es fundamental para lograr  sentido a nuestra existencia, promover autonomía y ejercer la libertad, lo cual conllevaría la promoción de responsabilidad en nuestros actos y decisiones.
  2.  Pertenecer y formar parte de a una familia es fundamental, podemos elegir a la profesión, el trabajo y la pareja, pero  la familia no, en ella nacemos, vivimos y crecemos, forja los sueños, los deseos, las ilusiones, la empatía, el gusto por la vida. Pero también es la primera generadora de rechazo, estigma,  incongruencia, temores, violencia y abandono. La vida en familia determina en gran medida nuestra personalidad, nos ayuda a crecer o nos arranca  esa posibilidad.
  3. Pero, lo más valioso del ser humano es que puede aprender y reaprender, es decir, aunque viviendo en una familia nociva, cada persona debe asumir l
  4.  responsabilidad de su existencia, orientar su rumbo y construir su camino, Octavio Paz dice caigo y me levanto, vivo y no muero, porque existo en el vivir.    
  5.  Reconocer a los otros como si fuera uno mismo, exige una postura digna, descubrir en cada persona su potencial, generarle confianza, ayudarle a crecer, desarrollar su autonomía, motivar el ejercicio de su libertad es una tarea cotidiana con la familia, pareja, amigos, colaboradores y personas con las que interactuamos. Víctor Hugo  señalaba si quieres ser águila levanta el vuelo, vuela tan alto como tus sueños, si llegas a caer levántate, nadie lo hará por ti mismo, pero si quieres ser gusano no te quejes cuando te pisen. Esa es la prueba más importante en nuestra vida  aprender a elegir.
  6. Aprender a escuchar nuestro corazón, a cultivar el gusto por vivir,  disfrutar lo cotidiano, reírnos de nuestros errores, reconocer nuestros temores y carencias, confiar en nuestras decisiones y estar convencidos de que la vida solo se vive una vez nos ayudaría a darle un sentido cálido, factible y valido a nuestra existencia.
  7. Aunado a lo anterior bajo ninguna circunstancia o situación podemos generar, tolerar y permitir la existencia de la violencia por mínima que sea, hay que erradicarla, denunciarla, perseguirla, atraparla. La violencia se expresa cuando una persona se sienta incapaz de manejar una situación de relación o convivencia humana, por ello recurre al grito, la amenaza, el chantaje y ocasiones a la agresión física, el maltrato, golpe, tortura, mutilación, castigo y muerte.

Construir una cultura de equidad de género y no violencia se traduce en un compromiso de todos y de todas, en una tarea impostergable que exige que cada persona asuma el derecho de proteger, defender y procurar  su dignidad,   respeto, autonomía y libertad. Por ello en el CCJP hemos asumido construir juntos una cultura de equidad de género y no violencia, tengo confianza que se traduzca en realidad en nuestro actuar cotidiano y que lo resultados se reflejen en corto tiempo.   Así mismo invitamos a todos y todas a sumarse a este proyecto.

Correo: liliasilvia@yahoo.com

Face book: Lilia Silvia Vásquez

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Lilia Vásquez Calderón

Lilia Silvia Vásquez Calderón, Licenciada en psicología, maestra en derecho.

Coordinadora Académica del posgrado del  Centro de Ciencias Jurídicas de Puebla (CCJP)

Docente jubilada de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, BUAP.