Michoacán sin Mireles
- René Sánchez Juárez
La estrategia del presidente Peña Nieto para combatir la violencia que ha prevalecido desde el sexenio anterior no ha rendido frutos en el corto plazo, ignoramos si lo hará en el mediano o largo, lo cierto es que la violencia continúa en diferentes entidades del país como Michoacán, Tamaulipas o Veracruz.
La semana pasada apresaron a Fernando Sánchez Arellano alías “el Ingeniero” líder del cartel de Tijuana, quien fue ingresado al penal del Altiplano, acción que el gobierno federal asegura es un gran golpe al crimen organizado en la zona norte del país.
Lo cierto, es que desde la pasada administración la detención o abatimiento de diferentes líderes considerados oficialmente como importantes ha sido aplaudido por el mismo gobierno o en algunos casos por la DEA; sin embargo, la violencia o el tráfico de drogas continúan en operación como si no hubiera pasado nada.
Ya en entregas pasadas habíamos descrito la situación que se vive en Michoacán, donde la sociedad cansada de la violencia, extorsión e incertidumbre en la que vivían decidieron formar las autodefensas, grupos ciudadanos que se armaron y organizaron para combatir a los delincuentes de su estado.
El nombramiento de Alfredo Castillo Cervantes como comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, fue la primera decisión política tomada en esta estrategia, otorgándole facultades metaconstitucionales con el objetivo de disminuir la violencia y entablar un dialogo con los líderes de las autodefensas para suplir la insuficiencia del gobernador, lograr el desarme y la paz en el estado.
El objetivo del desarme se logró con la formación de la policía rural, a esto se sumó la renuncia del gobernador Vallejo y el nombramiento de un nuevo encargado de despacho; sin embargo cuando todo parecía marchar bien para el comisionado nacional y la estrategia federal en Michoacán, se da la captura del Dr. Mireles acusado de delitos federales y encarcelado en un penal de Sonora.
Anteriores acciones tomadas por el gobierno federal contra líderes de las autodefensas, como la captura de Hipólito Mora fueron reprobadas por la opinión pública a nivel nacional, exigiendo que el gobierno se dedicara a perseguir a los verdaderos delincuentes y no a ciudadanos comprometidos con su estado, quienes arriesgando su vida lograron detener a los grupos criminales en sus comunidades. Tiempo después recularon en la decisión e Hipólito Mora fue exonerado cuando aceptó reconocer la efectividad de la estrategia federal en Michoacán y hoy se encuentra enlistado en la policía rural.
Pareciera que la historia se vuelve a repetir, el sábado pasado se detuvo al Dr. Mireles y a un grupo de seguidores, acusando al vocero del movimiento de autodefensas de portación de arma de uso exclusivo del ejército.
Mientras personajes como Servando Gómez “la Tuta” continúan libres y exhibiendo sus vínculos con actores políticos en Michoacán incluidos familiares del ex gobernador. La renuncia de Vallejo al gobierno del estado y la designación de un encargado del despacho, sin duda logró que los partidos políticos y diversos sectores de la sociedad michoacana. Avalaran la intervención federal legitimando las diferentes decisiones tomadas por el comisionado para la paz. Sin embargo, tal parece que la detención del Dr. Mireles podría descomponer el escenario a nivel de las comunidades y generar una opinión pública nacional e internacional adversa al gobierno federal. La figura del Dr.. Mireles y el reconocimiento que ha alcanzado durante todo este tiempo, lo posicionan como un personaje imprescindible en el proceso de pacificación en Michoacán.
Seguramente continuaremos observando movimientos de apoyo a la liberación del Dr. Mireles en el estado y a nivel nacional e internacional, lo que demuestra que la renuncia de Vallejo no generó mayor problema al estado, pero ahora vamos a ver qué efectos sociales y políticos tiene la detención y encarcelamiento del líder de las autodefensas quien se convierte así en víctima del régimen político. El comisionado tendrá que demostrar que la paz sin Mireles en Michoacán es posible.
Opinion para Interiores:
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Politólogo y Maestro en Ciencias Políticas. Académico de la BUAP. Sindicalista y dirigente FROC-Puebla. CONLABOR. Ex Diputado Local y Federal