Bullying: ¿Quiénes son las víctimas?

  • Marcela Jiménez Avendaño

A partir de los espeluznantes casos de violencia en las escuelas dados a conocer en días pasados y en donde supimos que, en uno de ellos, un pequeño tamaulipeco de 12 años falleciera a consecuencia de un golpe en la cabeza recibido tras ser aventado contra una pared, es que tomamos una mayor conciencia social de este fenómeno que, sin ser nuevo,  si es más recurrente y cruel.

A todo esto, el Secretario de Educación Pública, Emilio Chuayfett Chemor, señaló atinadamente que “la violencia no se genera en las escuelas sino en otros espacios de la sociedad” y que, en la mayoría de los casos, “los victimarios son víctimas”.

Es por ello que quiero platicarle un caso bien personal. Hace algunos años mi hijo se tornó dramáticamente violento en la escuela. Inmediatamente asumí que algo estaba haciendo mal como mamá y supuse que parte de su reacción era a consecuencia de la muerte de su padre que se suscitó en condiciones realmente trágicas. Durante algunos meses y después de interminables y agobiantes reuniones con sus maestros, psicólogos escolares y directivos, una expulsión se hacía evidente.

Por obra de Dios y en mi búsqueda por solucionar el problema, acabamos con una excelente psicóloga por fuera de la escuela quien, inmediatamente, detectó que el niño, mi niño, estaba siendo maltratado psicológicamente por adultos dentro del colegio, concluyendo que su violencia era una forma de manifestar su enojo y frustración. 

Para no hacerle el cuento más largo, un correo electrónico enviado por equivocación desde el centro educativo a mi madre confirmó el asunto. En cuanto la escuela puso orden y mi hijo dejó de ser acosado, la violencia desapareció como por arte de magia; ya no fueron siquiera necesarias más terapias con la psicóloga.

Y le cuento esto porque estoy completamente de acuerdo con lo dicho por Chuayffet. Estos niños que violentan a otros niños seguramente son violentados y, en la mayoría de los casos, esto sucede dentro de sus mismas casas. No es casual que a la par que nos enteramos de estos casos de bullying, supimos de varios más de maltrato infantil doméstico: como Owen de 5 años que acabó en el hospital con estallamiento de vísceras después de ser golpeado salvajemente por su padrastro con la anuencia de su madre; o el bebé poblano de 5 meses asesinado en su casa cuyos padres desaparecieron; o del chiquito de cuatro años del DF que fue amordazado y amarrado de pies y manos con cinta canela por su abuela. El incremento del bullying escolar y la violencia familiar están mucho más relacionados de lo que nos imaginamos.

Y si a ello sumamos la cantidad de juegos electrónicos que promueven la violencia y confunden valores como GRAND THEF AUTO o GANGSTAR VEGAS tan populares entre nuestros niños y que los incitan a convertirse en ladrones y asesinar policías y ciudadanos. Ah….y no olvidemos programas televisivos, películas y juguetes que los llevan de la mano a aceptar como buenos la crueldad, el asesinato y en general, el nulo respeto por el otro.

Y sí, reafirmo lo dicho por Chuayfett: detrás de un victimario hay una víctima, ya sea por maltrato, por abandono, por desidia o por irresponsabilidad de quienes se supondría son sus principales formadores.

Urge en este país una legislación completa que castigue severamente a quienes maltratan a un niño, pero también a quienes tienen a su cargo o trato con niños y no denuncian que están siendo abusados, léase maestros, psicólogos, médicos, familiares e incluso vecinos. La culpabilidad del maltrato no es única del agresor sino también de quienes lo solapan, no olvidemos que un niño no puede ir por si solo a denunciar, requiere que un adulto (evidentemente no su agresor) sea el denunciante.

Pero mientras nuestros Legisladores deciden si posponen discusiones importantes en función del mundial…..nos leemos la próxima semana…

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Marcela Jiménez Avendaño

Licenciada en Relaciones Internacionales. En proceso de titulación para la Maestría en PNL e Inteligencia Emocional. Ocupó diversos cargos en el PRI (CEN) en las precampañas y campañas en 2000 y 2006