Corresponsabilidad de familia y Estado

El repartidor del periódico llego tarde el día de ayer, Gracia, a causa de un “maratón”, según relatara para justificarse y que según me dijera, se habría corrido el domingo 25 por la ciudad. Se trató en realidad de la “Carrera Bonafont 2014 5K, Guadalajara, DF, Monterrey y Puebla”, en la modalidad de “Carrera y caminata 5 K”, que partiera del Complejo Comercial Universitario de la Universidad Autónoma de Puebla, y transitara por la calle Cumulo de Virgo, ubicadas, sin la memoria no me faya, en el municipio de San Andrés Cholula y no en el de Puebla. Previamente, los días 23 y 24, la justa convocada por la marca, se habría corrido en el Distrito Federal y en Monterrey. Por cierto que las redes sociales testimonian que  Juan José Espinosa Torres, primer regidor del Ayuntamiento de San Pedro Cholula, participó en la “7 Simicarrera 10 kms” realizando un tiempo de 50:30 minutos, “normal” para atletas no profesionales de esa distancia. Se suma a políticos y gobernantes que como Enrique Peña Nieto, Eduardo Rivera Pérez, Felipe Calderón Hinojosa, Margarita Zavala, Miguel Ángel Mancera Aguayo, promueven el ejercicio y el combate a la obesidad, estrategia de política pública del sector salud. Varios de ellos, como Mancera y Rivera, más allá de la comunicación mediática, se especializan Gracia, en carreras de medio y largo fondo. Por otra parte Juan José Espinosa Torres, aparece el 25 de mayo del 2014, en la pagina oficial del Congreso del Estado de Puebla (http://goo.gl/HlqhxT), con la categoría de Diputado.

La muerte de un menor en una escuela secundaria de Tamaulipas causa, a más de indignación Gracia, la exigencia por parte de los allegados, para que se castigue a los culpables (http://goo.gl/NYp83C), el reconocimiento de un fenómeno que desde el punto de vista de especialistas, se ha agravado con el paso de los años y que merece una respuesta inmediata por parte de las autoridades educativas locales y federales. Estadísticas que ahora se resaltan Gracia, evidencian que; “En México 40% de los estudiantes de primarias y secundarias padece de algún tipo de violencia escolar, según datos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Y el 90% de los niños y jóvenes han sido víctimas de acoso escolar en algún momento de sus vidas, según el Informe sobre Violencia en la Educación Básica de México realizado por la Secretaría de Educación Pública y la UNICEF.”. Otra fuente que consulto y que nutre la carta que te escribo Gracia, señala que, en años recientes, “2 de cada 10 estudiantes han participado en peleas con golpes, 1 de cada 10 ha robado o amenazado a otro estudiante; sólo en la ciudad de México, 7 de cada 10 estudiantes dicen haber sido víctimas durante el receso y en el salón de clases. De acuerdo con los informes del Instituto Nacional de Evaluación Educativa, las mujeres se involucran menos; en el caso de los golpes, sólo 6.6% ha golpeado y 23.0% ha sido golpeada, mientras que sólo 26.2% ha insultado a alguna de sus compañeras (INEE, 2007).”.

Pero, ¿de quién es la culpa Gracia?, ¿quién educa? ¿quién lo permite?, ¿quienes son los responsables?, si ante la exigencia de castigo, autoridades judiciales señalan que los menores causantes materiales de la muerte de su compañero, por el sólo hecho de serlo, ya reciben auxilio psicológico, si ya se ha girado orden de aprensión en contra de trabajadores y trabajadoras de la educación presente una, la maestra sustituta, en el salón de clases y ausentes pero señalados como encubridores de la agresión varios más. Las cifras sin embargo son aun mucho más graves; “2 niños con menos de 14 años mueren cada día a causa de la violencia en México” (Estudio del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la Violencia contra los Niños) y el “Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) del Distrito Federal” reporta que recibe un promedio de cuatro casos de maltrato infantil por día. (Informe Nacional sobre Violencia y Salud).

¿Escuelas para padres? ¿códigos de ética a los que se sujeten maestras y maestros? ¿protocolos de actuación para el personal docente?, si normativamente Gracia, la educación corresponde al Estado, si el artículo 3 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la Ley General de Educación (LGE) establecen que la obligación de educar es suya y señalan, ambas, artículo 31 constitucional y párrafo segundo del artículo 4 de la LGE, que la única obligación de madres y padres de familia se relaciona con “…hacer que sus hijas, hijos o pupilos menores de edad cursen la educación preescolar, la primaria, la secundaria y la media superior.”. Vieja y retórica discución, la de quien debe educar, si los padres o el estado, cuando de fincar responsabilidades se trata Gracia, a pesar de que la Ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes establezca que los menores de 18 años tienen derecho a “tener una vida libre de violencia”  y precise la “corresponsabilidad de los miembros de la familia, Estado y sociedad.” (artículo 3, fracciones E y F) y que la fracción A del mismo señale “El del interés superior de la infancia.”, como “principios rectores de la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes: 

Pero y a más de los menores y la maestra involucrada directamente, de las mentoras y mentores señalados Gracia, la responsabilidad de la muerte y de la violencia generalizada recae en la sociedad en su conjunto, en la pérdida de valores cívicos y morales y para los creyentes de los religiosos, en las familias desintegradas por obra y gracia de un modelo económico pauperizante que provoca que “el hombre sea el lobo del hombre”, en los medios de comunicación y en su política de entretenimiento, en la exaltación de los derechos de la infancia por encima de la responsabilidad que también debiesen tener de niños y niñas y en los padres y madres consentidoras que no pueden o no saben  establecer límites y justifican los excesos de niñas, niños y adolescentes. Tras el niño ahogado, medidas contra la violencia en las escuelas.

Opinion para Interiores: