Para Alain Jacques Leonetti, el amor transatlántico de mi vida

Hablar de la imagen de la mujer del siglo XXI es hablar de Simone de Beauvoir, sus teorías siguen vigentes y ayudan a entender y a asimilar las transformaciones, cambios, evoluciones y transiciones que se han venido dando de manera inevitable en nosotras.

Desde un punto de vista existencial con un toque humanista.

En una época moderna.

“Simone de Beauvoir vista por sí misma” así se intitula la conferencia dada por la doctora Laurence Le Bouhellec -egresada de Paris VIII y académica en la Universidad de las Américas-, oportunidad para dar cátedra del legado y de la influencia indiscutible de la primera mujer en estudiar Filosofía en la Sorbona de Paris.

Una mujer que redefinió el “Feminismo”.

Hizo grandes aportaciones a la literatura, participó activamente antes y después de la Segunda Guerra Mundial, perteneció a la élite intelectual parisina de aquella época junto a Giacometti y Genet, ganadora del premio “Goncourt”, entrevistó al Che Guevara; fue la mujer de Jean Paul Sartre por 50 años y vivió un amor imposible con Nelson Algren, periodista, escritor americano, rodeado siempre de la polémica y poeta en algunos momentos, su amor trasatlántico.

Se arriesgó a dejar de ser una mujer mediocre burguesa y debatir sobre la existencia de Dios: “Cuando yo renuncié al cielo” (y se volvió atea).

Quería que su obra ardiera en miles de corazones y que no la olvidaran, esa “inmortalidad y eternidad perdida que se busca como autor” 

« L’Immortalité et l’Eternité des ouvrages » 

Y quería más: “Formar espíritus y almas”. Para ella era crucial esa trascendencia e influencia en la vida de los demás “para no existir en vano como la mayor parte de la gente”.

Encontrando maneras de disfrutar su libertad sexual sin remordimientos –por la forma en que fue educada- y sin prejuicios, para ella “las partes genitales de ambos sexos tienen los mismos intereses y placeres, recorren el mismo camino para encontrar la satisfacción y sensaciones agradables, la misma curiosidad para explorar el cuerpo y seducirlo”.

« Libération sexuel» 

Para ella los seres humanos son “libertades vivientes y actuantes”.

Una mujer que revolucionó y retomó el rol de la mujer en la sociedad del siglo XX y que sentó bases importantes para esa transición hacia el siguiente milenio.

Fundó la “Liga del Derecho Internacional de las Mujeres”, su obra « Deuxième sexe » es la piedra angular del “Movimiento Mundial de la Liberación de la Mujer”, que desea la emancipación y cambiar su destino.

Para Beauvoir el feminismo es una corriente intelectual donde las mujeres decidimos sobre nuestra vida, ejercer la libertad, el derecho al aborto, a ser instruidas, a ejercer libremente nuestras preferencias sexuales, el derecho y respeto de las madres solteras y pobres y, la igualdad de las mujeres.

De Beauvoir a la mujer del Siglo XXI.

Una mujer capaz de dedicar su vida al amor, a la escuela, a la política, a la filosofía y a la literatura (dos ejemplos del mundo profesional).

Hoy, decidimos qué queremos ser y en qué queremos consagrar nuestra vida, si en el trabajo y la familia-o ambos- sin renunciar a la libertad.

¿Ejemplos?

La Madre Teresa de Calcuta (Agnes Gobxhe Bojaxhiu) inició una revolución con su obra, más que religiosa, espiritual buscando el alivio para muchos.

Una loca excéntrica como Madonna; la dos veces ganadora del premio “Nobel”, Marie Curie; la elegante y aclamada “Coco” Chanel; la dama de hierro, Margaret Tatcher; Oprah Winfrey, talentosa mujer cuya riqueza radica en su coraje; Aretha Franklin por su incursión en el mundo musical con un éxito formidable; Golda Mier como primera ministra en Israel.

Estee Lauder en el ámbito de la belleza; Jiang Qing que dirigió la « Révolution Culturel »  en Asia; Valentina Tereshkova por ser la primera mujer en viajar al espacio; “Lady Di” al desafiar a un imperio monárquico como Inglaterra y seguir viva en el corazón de miles de personas alrededor del mundo aun después de muerta.

Frida Kahlo, máxima representante de la pintura de Latinoamérica y orgullosamente mexicana; Evita Perón, ícono del movimiento feminista en Sudamérica; Edith Piaf y su voz inigualable; Maria Callas en el rubro de la ópera dejando una herencia difícil de superar por otra persona; y Benazir Bhutto, la primera mujer en dirigir un país musulmán.

He ahí mujeres del siglo XIX y XX que alcanzaron su autonomía, y que no renunciaron ni se negaron a sí mismas, sabedoras de su influencia y de su propia naturaleza. Todas ellas por su historia, han marcado para bien la imagen de la mujer actual.

« Les femmes du XXIème siècle »

Si, la mujer como un ente social, complemento del hombre, con un valor cultural, que lo mismo tiene el derecho y la capacidad de estudiar pero también de ser el eje de una familia.

Un día en Harvard graduándose.

Una tarde de verano, paseando por Machu Pichu.

O eligiendo telas en Hong Kong para la nueva línea de ropa de una importante empresa de ropa.

Siendo la responsable en Sudáfrica de las cuentas del mercado europeo.

En Tel Aviv para iniciar una gira de conciertos.

O preparando la cena para su pareja.

Bañando a sus hijos después de una jornada laboral

O cosiendo pañuelos.

Llorando por la menstruación.

Teniendo 9 orgasmos en una noche u orgasmos simultáneos.

O recolectando la cosecha junto a su familia.

Orando en una mezquita a medio día.

Probando una nueva crema.

O simplemente escribiendo estas líneas.

Así somos las mujeres del Siglo XXI, con esencia, con responsabilidades pero también con mucha capacidad para desempeñar cualquier tarea o actividad.

Hubo un tiempo en que Simone recibía muchas cartas de todas aquellas mujeres que se veían influenciadas por sus teorías y una de ellas decía: “Simone me salvaste la vida, uno se tiene que descubrir”.

¡Por una Revolución Espiritual!