Una figura pública se refuerza por elementos como su historia, su entorno, sus acciones, aportaciones y que, en la construcción de su imagen, cohesionados le brindan un rotundo #éxito, o un inevitable fracaso.

Sabiendo comunicar desde principio hasta su fin.

En días pasados en la capital poblana, se dejó ver una de las figuras emblemáticas de la filosofía contemporánea, Fernando Savater.

Icono de inteligencia intelectual y emocional, es además un verdadero representante de valor cultural y eso, en imagen pública, es simplemente oro molido.

Por un lado, la inteligencia intelectual, que le da orden a las ideas, da coherencia o lógica a las acciones a lo largo de nuestra vida.

Y la inteligencia emocional es un factor de #equilibrio que conecta a las emociones con los pensamientos a lo largo de nuestra vida; es ella la responsable de nuestros éxitos, proezas, disgustos e incluso errores.

Succès, prouesses, contrariétés et échecs !  

Nada que se le escape al cerebro,

Y en el plano de imagen pública, cuando se tiene un valor cultural se refleja en una riqueza en conocimientos, valores, creencias, tradiciones, que con el paso del tiempo, se incrementan y entonces, tu lugar es insustituible.

Ahí tenemos a un Carlos Monsiváis, Steve Jobs, Octavio Paz, Toyo Shibata, Martín Ramírez o Tamara Lempicka.

Todos ellos con el sello característico que a pesar de algunos tropiezos, supieron levantarse gracias a su valor cultural, a su inteligencia intelectual como pintores-as, escultores-as, escritores-as o visionari@s en el mundo de la tecnología pero aún más por su inteligencia emocional y que hasta el momento sus aportaciones siguen vigentes.

Intelligence émotionnel et intellectuelle !

Y en Savater su valor cultural (que lo lleva en su misma naturaleza) forma a un hombre cuya inteligencia emocional le dota de un pensamiento puro, no viciado y de una inteligencia intelectual que lo libera para pensar y dar resultados.

Su obra es vasta, inmensa y variada.

Daniel Goleman, gurú en el tema de “Inteligencia emocional” lo deja bastante claro cuando habla acerca de cada uno de los procesos que generamos y que finalmente se ven reflejados en el exterior.

Como el poder del pensamiento positivo y la eficacia de un pensamiento libre, dos características que Savater logra plasmar en sus líneas.

Positivisme et liberté !

En su vida

En su discurso

En sus palabras, incluso en sus movimientos corporales

Ese hombre que con cada acción logra llegar a la #cumbre de su inteligencia emocional.

Un día firmando el manifiesto (de índole internacional en San Sebastián) “Por una democracia global”, donde se expone abiertamente “vivir en una era de profundas transformaciones tecnológicas y económicas” y se persigue “vivir en un mundo más justo, pacífico y humano”.

La raison de l’équilibre !

Y sin preocuparse de su alter-ego, busca a través de su inteligencia intelectual junto a Julia Kristeva o Umberto Eco, realizar textos de profunda lucidez, con pensamientos libres y positivos en el “Manifiesto por la Unión Europea” presentado en París:

“Europa no está en crisis, está muriéndose. No #Europa como territorio, naturalmente. Sino Europa como idea. Europa como sueño y como proyecto”.

Resaltando su valor cultural en la feria nacional del libro en Puebla organizada por la BUAP y donde además de ser homenajeado con la medalla Legión de Honor y Llave Palafoxiana, no pudo ocultar su sencillez.

Su humildad.

Su humanismo.

Todo se entrelaza entre su vida y su imagen: #talento-éxito-#disciplina-#desapego-legitimidad-fuerza.

Sus acciones le devoran las emociones porque sus obras están plagadas de pensamientos puros.

De un discurso breve pero alentador y libre.

“La #filosofía se pregunta la causa final de las cosas, ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Qué es lo que hay detrás?”

Savater, su inteligencia intelectual y emocional, es lo que le permite una imagen exquisita y muy singular.

Y que si existiese una época moderna de La Pléyade, seguramente él sería una estrella más de esta constelación.