¿Ser o no ser teatrista?

  • Elvira Ruiz Vivanco
¿Hacer o no hacer teatro?

DÍA MUNDIAL DEL TEATRO 2014

 

Tras casi un cuarto de siglo de intentar entramarme en los entretelones del quehacer escénico, me tomo un momento para cuestionarme si tiene sentido continuar con esta ardua, en sumo demandante, compleja y apasionante disciplina creativa, que es la creación teatral. Me lo pregunto, cuando el entorno me devuelve una serie de incongruencias, que contradicen los principios éticos de esta conflictiva integrante de las artes bellas.

A decir,

-no es el talento técnicamente cimentado lo que pueda brindar un nicho de oportunidad, para desempeñarse aportando poyéticamente, matices particulares a la caracterización;

-no es el grado de estudios, ni la trayectoria artística, ni la escritura del nombre, lo que otorgue un lugar de producción y proyección profesional;

-no es la potencia de la obra, ni la pertinencia radical de su constructo discursivo, lo que aquí trascienda;

-no radica en los tejidos crípticos del lenguaje, ni en la codificación y ensamblaje estético de sus componentes, ni en la calidad de estructuración o, en la entereza representacional, la apertura a maneras distintas de tramitar lo teatral, no es así;

-no vale constituirse en teatrista, con toda la carga que este concepto implica, para acceder a un espacio propicio y, edificar en obra, los avatares de este breve tránsito por estos lares.

No obstante, las inconsecuencias con la radical toma de postura que demanda la teatralidad, tal vez, la esperanza puesta en la formación íntegra de las generaciones venideras, quizá las interacciones transformadoras cuando sucede la verdad de la ficción dramática, puede ser la creatividad inmensa y genuina, la lúdica algarabía, o el discurso de la pasión, o en primera y última instancia, el canal de sublimación del malestar que es el arte escénico o, aún más, los tantos indecibles que se canalizan cuando se efectúa a cabalidad el arte teatral.

Finalmente, regresamos una y otra vez, a actuar, a escribir, a interpretar, a dirigir, a producir, a coreografiar, a discursar o a transmitir algo del enorme caudal de conocimientos que engloba el teatro.

Este 27 de Marzo el mensaje para celebrar el Día Mundial del Teatro está a cargo del dramaturgo y director sudafricano Brett Bailey, quien nos habla del irreprimible espíritu de la representación, característico de lo humano. De nuestra diversa vulnerabilidad que pide expresarse con voz y cuerpo, ya en los teatros más sofisticados como en los más remotos y técnicamente precarios lugares; en el aula como en los espacios públicos o privados. Imaginar, reír o llorar son aún las claves de este arte milenario.

De monstruos y prodigios, de diablos o demonios, de la belleza que el arte de la representación hace de la monstruosidad. Fluctuaciones de energía que empoderan a actantes y espectadores. Mito. Rito. Pulsaciones con máscaras distintas, que hacen alegoría de la cultura de hoy, como de las fábulas clásicas o las de la antigüedad.

Lenguas, tradiciones, realidades, alteridades. Mascarada traslúcida la de la representación que revela: las ideas, las sensaciones, los pensamientos, las emociones, los vibratos rutilantes de la progresión dramática teatralizada; gestus síntesis del grupo, de la comuna, de la región, de la humanidad…

Hoy que miríadas de personan luchan a muerte contra el capitalismo depredador, con sus regímenes opresores, invasores, censuradores, represores; sistema castigador y voyerista. En estos días de exterminio brutal de las especies, de la desaparición de los bosques y de los recursos naturales no renovables. Cuando las aguas dulces y las de los océanos se envenenan ¿qué tenemos que revelar?

¿Es posible defender la idea de apartar a las artes de la agenda social? En un mundo inequitativo, manipulador, racista, prejuicioso; cuya hegemonía pretende convencernos de que algún marco cultural, una ideología, una religión, una preferencia sexual, una raza o una nación es superior a l@s otr@s...

Los artistas de ágoras y escenarios ¿hacemos uso sabio del poder de la escena, para abrir las mentes y los corazones de la sociedad? ¿Informamos, maravillamos, convocamos, inspiramos? ¿Creamos un mundo de esperanza y colaboración sincera?

En distintos lugares nos preguntamos sobre el sentido de hacer o no más teatro, sí, pero se trata de hacer un teatro que valga la pena. Nos confrontamos como otros colegas teatristas, acerca de las inconsistencias en los distintos quehaceres de la escena; pero al final de estas disquisiciones, de nueva cuenta nos descubrimos: leyendo, meditando, discurriendo o recreando, en el universo que constituye lo teatral.

 

Funciones del 27 de Marzo Día Mundial del Teatro:

PUEBLA YORK WOMEN

10 horas CAD y 18 horas Casa de la Cultura

Opinion para Interiores: