Michoacán otro pacto roto
- René Sánchez Juárez
Ha pasado poco más de un año desde el surgimiento de los grupos comunitarios que se organizaron para defender su vida y propiedad privada de los grupos criminales que acechan en el territorio de Michoacán, el aumento de la violencia y la extorsión los llevó a tomar esta difícil decisión.
Un año después la historia ha dado muchas vueltas, primero con el desconocimiento de los grupos de autodefensa por parte del gobierno, ya que reconocerlas era reconocer su incapacidad como gobierno y su obligación de salvaguardar la vida y propiedad de los habitantes de su territorio.
Después de que el movimiento de autodefensa lograra el reconocimiento de la sociedad a su lucha el gobierno permitió la coadyuvancia de estos grupos con las fuerzas del orden federal.
Fue el propio presidente Enrique Peña Nieto, quien en el Foro Económico Mundial en Davos Suiza, lanzó la convocatoria para que todo aquel ciudadano que estuviera en las autodefensas pudiera pasar a ser parte de las fuerzas armadas, con lo que se trató de mediatizar a favor de la imagen del gobierno federal un hecho que no podía ocultar.
Con ello comenzó un acuerdo entre las autodefensas en todo el territorio de Michoacán, en donde sus integrantes tendrían que registrarse ante de Secretaria de la Defensa Nacional y declarar sus armas, lo que comenzó con algunos altercados ya que no todos los grupos estaban de acuerdo en participar en esta estrategia del gobierno federal.
Una de las principales demandas de los grupos de autodefensa era que el gobierno federal detuviera a los principales jefes de “Los Caballeros Templarios”, lo que hasta el día de hoy se ha cumplido con la captura del “Pantera” y el abatimiento de “el Chayo” al que la administración de Felipe Calderón dio por muerto.
Toda parecía indicar que después de muchos altibajos en la relación gobierno federal y autodefensas se había llegado a un justo medio, en el que los primeros aportaban información a los segundos y éstos ejecutaban las operaciones para la detención de algunos capos.
Hoy pareciera que la relación ha llegado a su fin con la detención de Hipólito Mora, líder fundador de los grupos de autodefensa en Michoacán quien ha sido acusado de su probable participación en un doble homicidio y al que ahora se le imputan 35 cargos más. Esta acción ha puesto a sus integrantes a la defensiva y así lo han hecho saber a la opinión publica nacional e internacional a través de uno de los voceros, el Dr. José Manuel Mireles. El comunicado que emitió, es un documento que no tiene desperdicio en su contenido. Primero cuando reconoce que el movimiento no esta en contra del gobierno sino en contra de la ausencia de gobierno y de justicia. Después hace alusión de que el suyo es un movimiento constitucional y lo fundamenta en los artículos 10, 35 fracción cuarta y 36 fracción segunda de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos sintetizándolo en el derecho y el deber de los ciudadanos de tomar las armas en defensa de la República y sus instituciones. También se declaran soldados de la guardia nacional y se amparan en la ley de la guardia nacional.
Lejos esta de terminar la historia de las autodefensas en Michoacán, mientras que el Estado no sea capaz de contener a los grupos criminales y llegue a un buen acuerdo con los líderes de las autodefensas quienes se sienten traicionados y utilizados por el gobierno al decir “nos sentamos a su mesa, se sacaron la foto que dio la vuelta al mundo, nos llamaron interlocutores válidos en publico y en privado”. Su determinación como lo destaca el Dr. Mireles es que llegarán a las últimas consecuencias recurriendo a foros y organismos internacionales aludiendo a la Declaración Universal de los Derechos Humanos y enfatizando que los michoacanos y los mexicanos no tenemos garantizados por el Estado mexicano derechos fundamentales como vivir, trabajar y tener familia. El llamado que hace el Dr. Mireles de constituir una fuerza civil democrática, federal y republicana es una alerta para el Estado dadas las condiciones de inseguridad y la percepción social de insatisfacción sobre este tema a nivel nacional, sobre todo si este llamado llega a tener eco en otras entidades del país y encuentra aliados en los foros internacionales de derechos humanos. Sin duda hoy Michoacán se convierte nuevamente en un referente a nivel nacional e internacional.
Opinion para Interiores:
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Politólogo y Maestro en Ciencias Políticas. Académico de la BUAP. Sindicalista y dirigente FROC-Puebla. CONLABOR. Ex Diputado Local y Federal