En los próximos días llegarán los nuevos presidentes municipales a sus respectivos puestos en Puebla. Son personajes elegidos por el voto popular que asumirán sus cargos con grandes expectativas por parte de la población. Tienen un capital político que irremediablemente se irá desgastando conforme avance su periodo de gobierno y solo algunos de ellos llegarán con una calificación aprobatoria al fin de la administración.

Cualquier edil que entra en funciones por primera vez, tiene a su favor un bono de credibilidad, ya que la gente no tiene manera de evaluarlo en funciones, no tiene parámetros de eficiencia, honestidad, transparencia en el manejo de recursos y mucho menos manejo de la seguridad pública.

Es importante que inician sus funciones lleguen con un plan municipal y un mínimo de proyectos a detonar el primer año. En el tema de la seguridad, es probable que muchos municipios no tengan un correcto diagnóstico del tema en sus regiones, mucho menos una estrategia de seguridad de la que se desprendan acciones concretas para mantener un clima seguro para sus gobernados.

Para aquellos que recién llegan, es importante recordarles que la seguridad es siempre uno de los componentes más importantes a la hora de evaluar una administración. Eso sin contar que un clima de tranquilidad y estabilidad es la base sobre la que reposa toda gestión. En pocas palabras, para mantener un margen de maniobra suficiente que coadyuve a una correcta gestión municipal es imprescindible mantener la inseguridad a raya.

Finalmente hay que decir que si bien los gobiernos elegidos democráticamente se constituyen de manera legal en base una serie de leyes y reglamentos, solo se legitiman en el trabajo diario de cara a la sociedad. Respondiendo eficientemente a las necesidades más apremiantes. Ahí el reto para lo que llegan. Buena suerte a todos ellos.