De traiciones y deslealtades MMF-MMT

  • Carlos Macías Palma

Entre más poder político acumulan los hombres, más complicada se convierten sus relaciones humanas, terminan desconociendo amistades, familia y aliados. A final de cuentas, la gratitud no es una característica de los políticos. De ahí que la relación amistosa se rompe con facilidad y pasa a ser de enfrentamiento, deslealtad e ingratitud.

Algo como lo descrito líneas arriba fue protagonizado por los ex gobernadores Melquiades Morales Flores y Mario Marín Torres, de lo cual el culpable absoluto es el también conocido como el “góber precioso”, algo que en su vida no es novedad.

Resulta que por obra del destino Melquiades Morales Flores llegó a ser secretario de Gobernación durante el sexenio de Guillermo Jiménez Morales y ahí, se encontró con el licenciado Mario Marín Torres a quien no quiso cambiar como secretario particular. El escaso un año que Melquiades duró en el cargo sirvió para que Marín presumiera haber trabajado con él y para él.

Pasando el tiempo y después de vencer obstáculos durísimos en la subsecretaría B de Gobernación, Marín fue elegido titular de esa dependencia. El gobernador Manuel Bartlett tenía duda en designarlo como secretario de Gobernación en sustitución de Carlos Palafox Vázquez; sin embargo después de una extensa encuesta decide que el hombre de Nativitas Cuautempan sea el segundo al mando.

El propio Marín cuenta que Bartlett le confesó que entre los consultados en aquel tiempo estuvo el Senador. “Melquiades se expresó muy bien de ti y decidí nombrarte secretario de Gobernación”, le dijo el hoy Senador por el Partido del Trabajo al hoy ex gobernador más repudiado de Puebla.

El tiempo acomodó a Melquiades y a Mario en la gubernatura. Melquiades quiso “arriesgarse” y junto con Roberto Madrazo impulsó la candidatura de Marín a gobernador, dejando el en camino a Rafael Moreno Valle. Años antes para no variar su estilo personal, Marín como alcalde de Puebla, generó enfrentamientos con Moreno Valle a la sazón secretario de Finanzas y con el propio hombre de Ciudad Serdán.

Ya como gobernador, Mario se olvidó de la recomendación que en su tiempo hizo Melquiades de persona; como alcalde se le enfrentó y ayudó a que Carlos Alberto Julián y Nacer perdiera la elección de presidente municipal de Puebla, y no sólo ignoró a Morales Flores, sino que lo ofendió, atacó y prácticamente desterró.

¿Así es la política o así son los políticos o así convierte la política a los hombres?
 
El Verdugo

Festejando el cumpleaños del profesor Miguel Ángel Ceballos en el Tráiler Park de Cholula, Mario Marín presumió estar arriba en la encuestas para gobernador. Con documento en mano enseñó los resultados de la muestra encargada a Rigoberto Benítez. Cantó canciones, bebió tequila y se despidió. Era uno de los cientos de invitados a Casa Puebla a la boda de una de las hijas del gobernador Morales Flores. Años más tarde Marín cerró las puertas de su gobierno al novio en esa fiesta. Hoy el agraviado despacha como titular del Órgano Superior de Fiscalización de Puebla. El Verdugo dice: la vida… sí que da vueltas.

Gracias
 

Opinion para Interiores: