Con aparente calma y con cartas marcadas se inició el proceso para elegir al próximo rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Los integrantes de la comisión de auscultación recibieron alrededor de 117 comisiones de las diferentes unidades académicas y dependencias de la BUAP. Todos ellos se pronunciaron en su mayoría a favor de Alfonso Esparza Ortiz y una notoria minoría en apoyo de Antonio Robledo y Maza, Daniel Alcántara León y Samuel Tovar Ruiz para ser candidatos.
Atrás quedó la intentona del actual rector interino Alfonso Esparza Ortiz por ser el candidato de unidad, aunque parece indicar que el arroz ya se coció y todo está consumado a favor del actual rector interino. Los demás aspirantes, -pipitilla pura-, obedece a un montaje, al cual se prestaron para presentar a la comunidad universitaria un proceso democrático, que está muy lejos de serlo.
Jorge Albiker Rivera, esparcista de cepa y presidente de la comisión de auscultación, luego de recibir las adhesiones por los diferentes aspirantes, se apresuró a buscar a los medios de comunicación para declarar que hubo un total de 117 pronunciamientos, de los cuales 96 fueron a favor de Alfonso Esparza Ortiz y los restantes 21 apoyos se los repartieron entre los otros tres aspirantes, quienes la verdad no superarán el análisis que harán para ver si cubren el perfil que estipula la convocatoria.
La cargada universitaria, como se ha visto, está a favor de Esparza Ruiz quien se ha empeñado en romper el cordón umbilical que aún lo ata a Enrique Aguera Ibáñez quien todavía mantiene el control de grupos que no dudarán en poner todos los obstáculos al rector interino en caso de no respetar sus cotos de poder que por años han mantenido.
El registro de candidatos será el próximo 26 de agosto y todo puede pasar. Aparentemente todo está bajo control, pero en los sótanos de la Benemérita se esconden grupos de intolerantes que quieren generar confusión, desorden y provocación. Son grupos de zánganos que le apuestan a la violencia, en caso de que les quiten sus canonjías.
Es cierto que Esparza Ortiz está conformando su propio equipo de trabajo, -como debe ser-, pero empequeñece ante las poderosas mafias que a lo largo de varios años formaron los agüeristas. Ellos en cualquier momento pueden crear severos problemas, al grado de generar desestabilización en la BUAP, que por años ha mostrado trabajo académico, paz y tranquilidad.
El rector interino debe ser muy inteligente y tejer fino para desmantelar a los grupos intolerantes que le apuestan al desorden. Retornar al pasado, cuando la BUAP se sumió en el caos y violencia, sería un grave retroceso. Ojalá y la elección del nuevo rector se lleve sin sobresaltos para bien de los poblanos. SALUCITA DE LA BUENA.
fomca_49@yahoo.com.mx
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