“El escenario que viene…”
- Juan de Dios Andrade
La estrategia que está siguiendo Peña Nieto, con motivo del envío de su reforma en materia energética, tiene aspectos muy interesantes, más allá de lo legislativo. Nos dice con cierta claridad el escenario que está montando en función de las elecciones intermedias y del 2018. De un lado, juega con el PAN y el PRD para dividirlos y anularlos, colocándose a medio camino entre lo que desea el PAN y lo que exige el PRD. Frente al primero, propone un cambio que no resuelve de lleno la situación ni colocaría a México a la altura de los retos del mundo globalizado. Es obvio que no desea que su gobierno y partido paguen el costo político y prevé que la actitud del PAN será precisamente la de criticar la iniciativa por ser una solución a medias…
El lenguaje del Presidente, de Manlio Fabio Beltrones y de Emilio Gamboa va en el sentido de negar la privatización de PEMEX, esperando que los panistas lo asuman para que sean ellos los que se desgasten ante la opinión pública, aunque hasta ahora no han “mordido el anzuelo”. Han expresado su desacuerdo con el documento enviado, pero sin subirse al tema de la privatización…
El discurso de que no se trata de privatizar sirve para “desarmar” al PRD y evitar que tengan una bandera de lucha y de crítica contra el gobierno federal, abriendo la posibilidad de un cambio sin tocar los principios constitucionales. Colocándose en un punto equidistante, el Presidente y su partido esperarán hasta ver cuál camino es el menos costoso políticamente para decidir. Pero a su vez, el PAN y el PRD no quieren dar su brazo a torcer para presionar al Ejecutivo sin seguirle el juego…
“La muerte del proyecto histórico…”
El juego es arriesgado pero con posibilidades de triunfo. El mexiquense pretende quitarle a ambos partidos los principales objetivos de sus respectivos programas para que no tengan propuesta programática en las elecciones de 2015. Desde esa perspectiva, buscará derrotarlos en el intento de modificar la composición de la Cámara de Diputados, pues la ausencia de propuesta haría más difícil la captación del voto…
Al margen de lo que resulte en los comicios intermedios, Peña Nieto está dando un paso muy importante porque, de entrada, significa la muerte técnica de lo que restaba del proyecto histórico del PRI. Asumir el programa del PAN y parte del que presenta el PRD, significa abandonar el de su propio partido. Panistas y perredistas deben ser muy hábiles porque están en riesgo de ser desfondados en el mediano plazo…
Por un camino en parte distinto, el Presidente podría cumplir el sueño dorado de Carlos Salinas de inaugurar la cuarta etapa del partido. ¿Implicará cambiarle el nombre? En la época de Salinas se habló de “Partido de la Solidaridad Nacional” y hay que estar atentos a los hechos para saber si será algo parecido o se mantendrá el que ahora posee. Claro que lo están tratando de disfrazar al mencionar que el proyecto presentado es el mismo que anhelaba el presidente Lázaro Cárdenas, pero de suyo asumir el programa de otros partidos es un modo de vaciarse del actual contenido…
De ser así, presenciamos los últimos momentos del proyecto histórico del PRI y de resultar bien los planes del Presidente, no sería para entrar en crisis sino para potenciarlo, algo que Carlos Salinas no pudo lograr. Pero en el fondo, el marco de referencia es el mismo que contemplaron Salinas y Manuel Camacho…
En su momento, ambos se enfrentaron ante el dilema de perder el poder al abrirse a un juego democrático sin consolidar antes una reforma o de primero hacer los cambios y entonces sí enfilarse a un esquema de mayor competitividad democrática. La idea central consistía en que, al ver las reformas, la ciudadanía votaría por el PRI en lugar de optar por otro partido. Es decir: modernizar antes de democratizar…
Hoy la situación es distinta pero el principio prevalece: recuperado el poder, Peña Nieto está consciente de que sigue posicionada en la ciudadanía la idea del cambio. Si no se hiciese realidad, podrían perder las próximas elecciones y también la Presidencia. A su vez, tanto el PAN como el PRD enfrentan el reto de conservar todas sus propuestas programáticas porque en breve podrían ser desfondados por la estrategia presidencial…
“El centro programático…”
El escenario que se avecina estriba en que los tres grandes partidos están entrando en una etapa de forcejeo por lo que podemos llamar “el centro programático”. Esto tiene un aspecto adicional porque si Peña Nieto lograse sus objetivos, estaría arrebatando a don Máximo buena parte de la plataforma política que busca instalar para alcanzar la Presidencia de la República…
Hay que ver cómo va a montar don Máximo su estrategia, tratando de anular la del mexiquense, porque de lo contrario podría quedarse sin propuesta atractiva que convenza a los electores. Así como los partidos compiten en un carril, en otro el mexiquense intenta dejar atrás a don Máximo y a la alianza que perfila. Es el mecanismo que quiere utilizar Peña Nieto para restar fuerza a una eventual alianza partidista en 2018. Es obvio que en el PAN y en el PRD no se están “chupando el dedo” e igualmente hay que esperar lo que harán para no ser arrollados…
“Los jaloneos en el PAN…”
En el PAN sigue su curso la competencia por la dirigencia. Madero busca cosechar el éxito electoral y enfrenta dos restos: los sondeos continúan reflejando que la mayoría de los panistas desean un cambio y Margarita Zavala se mantiene fuerte en popularidad. Si se fijan, Calderón ha procurado diluir su presencia mediática, pues no ignora que es él la verdadera carga negativa que podría afectar a su esposa. Sin duda la batalla será con distintos grupos e intereses, entre ellos don Máximo, pues el escollo insalvable es el proyecto presidencial…
Oliva, por su parte, debe manifestar con más determinación su deseo de competir, pues por momentos pareciera que entra en receso. Es verdad que la reforma de los estatutos le complica sus planes, pero también es cierto que lo anterior tenderá a acentuarse en la medida en que no apriete el paso. De lo contrario, estaría entrando en el escenario del ex gobernador de Jalisco, que se desaceleró y cuando quiso aspirar, ya no tuvo margen, además de que Calderón le puso todos los obstáculos que pudo…
Juan Manuel Oliva sigue su agenda al interior del país y en poco tiempo tendrá que sopesar sus fuerzas para saber si cuenta con el apoyo necesario. Tiene una situación similar a la del jalisciense: debe invertirle más a aumentar su popularidad entre los panistas, pues parece estar ausente de los temas centrales que se debaten en el escenario nacional…
Asimismo, don Máximo está cerca de alcanzar varios de sus objetivos respecto al PAN nacional y lo que parece estar en juego es con quién pactará y con quién se confrontará. En todo ello, el PAN también se juega su futuro y viabilidad como proyecto de gobierno. Los tres partidos están en el dintel de una nueva etapa, cuyos perfiles toca a sus militantes decidir. Nunca antes la confrontación por el poder había sido de tal magnitud y profundizar, pues podría afectar a la naturaleza de cada uno de los partidos políticos como los hemos conocido. Y cada partido es de todos sus integrantes…
Hasta entonces…
Comentarios: confinespoliticos@yahoo.com
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Politólogo. Analista político y asesor. Especializado en historia y política mexicana, geopolítica y geoestrategia, Historia de las ideas políticas, teoría política y análisis de escenarios. Autor de la columna Confines Políticos