En el gobierno de la República pensaban que pasadas las elecciones del 7 de julio y conocidos los resultados electorales, todo volvería a la normalidad y se retomarían los asuntos pendientes, como si nada hubiera sucedido. Incluso, ha habido llamados por parte del Secretario de Gobernación, Osorio Chong y de senadores y diputados priístas diciendo que urge retomar los acuerdos del Pacto.

El propio Presidente Peña Nieto ha reiniciado los trabajos de la Cruzada contra el Hambre, argumentando que no se vale condicionar el Pacto y otras estrategias nacionales, a cambio de ciertas reformas en el país.

Pero era predecible el actuar de las fuerzas políticas opositoras, ya que el Pacto por México es en sí mismo un gran acuerdo político, de buena voluntad, que corría el riesgo –en cualquier momento- de verse secuestrado por intereses partidistas, al no incluir a otros actores de la vida nacional. Además, las disputas al interior de los partidos políticos, concretamente en el PAN y el PRD, podían obstaculizar los avances en ciertas reformas como la energética, financiera y fiscal.

Ya algo de esto se había vislumbrado antes de iniciar los procesos electorales pero ahora parece resurgir esta dinámica, con más fuerza, tanto que esta misma semana hemos conocido de las iniciativas de reformas presentadas por senadores del PAN y PRD –que no corresponden en el caso del PAN a su coordinador sino a Cordero y Gil Zuarth entre otros-.

Recordemos que hace unos meses, Gustavo Madero, Presidente del PAN, presentó una propuesta de reforma política que, entre otras cosas propone la desaparición de los institutos electorales estatales para que se constituya una sola figura nacional que regule las elecciones en todo el país, visión no asumida por Cordero y otros senadores.

Por otra parte, Jesús Zambrano y Gustavo Madero afirmaron en rueda de prensa que condicionarían seguir en el Pacto a cambio de que se operen primero ciertas reformas, como la electoral, debido a las irregularidades existentes en varias elecciones locales.

Para concluir con el listado de temas que las distintas fuerzas políticas están presentando, este jueves nuevamente el PAN propuso una serie de reformas en materia energética, donde se operen cambios constitucionales, pero dejó en claro que primero debe discutirse y aprobarse una reforma política integral, incluso antes que la energética y fiscal.

Como podemos observar, los operadores políticos y legislativos del gobierno de la República deberán trabajar pronto y bien para retomar los temas de la agenda del Pacto y llamar a las distintas fuerzas y actores políticos del país a asumir el rumbo acordado al inicio de la administración, situación que por supuesto no será nada sencilla.

No lo será porque se han multiplicado los actores y los intereses, porque inteligentemente a la oposición le funcionó la estrategia de blindar las elecciones, lo que le hizo perder tiempo, fuerza y movilidad al gobierno de la República para operar sus grandes proyectos nacionales y hoy, pasados los meses, se ha enfriado la efervescencia por las reformas pactadas.

La agenda nacional se ha complicado y el Presidente deberá tomar cartas en el asunto para que no se le escape de las manos esta oportunidad histórica que le brindaron millones de mexicanos, como se le ha ido agotando la popularidad con el paso de los días.

César Marcelino León Ochoa