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Además de su destreza política, habilidad para detectar oportunidades, capacidad de compra de voluntades y dignidades, sagacidad y otros atributos, el gobernador Rafael Moreno Valle tiene en el PRI a su mejor aliado para convertirse en candidato presidencial del Partido Acción Nacional, posición que dicho sea de paso, nadie en el PAN le quitará. Pero esa es otra historia, pues Moreno Valle será el primer candidato presidencial panista sin ser panista, al contrario... priista.
Bueno, regresando al tema de hoy. El aliado más importante es el PRI, partido que le ha facilitado su arribo a todas las posiciones. Con gobiernos priistas alcanzó la Secretaría de Finanzas, la diputación federal y la local, la presidencia del Congreso y de la Fundación Colosio. Gracias a la caída del PRI en el 2006 Moreno Valle fue Senador de la República y gracias a Mario Marín y su necedad de imponer a Javier López Zavala como candidato a gobernador por el PRI, ganó las elecciones para convertirse en el primer mandatario de oposición.
Los priistas le han construido el camino a Moreno Valle. Cuando el gobernador propuso modificar la ley electoral de Puebla para permitir alianzas, coaliciones, candidaturas comunes y todo lo que a final de cuentas llevó al tricolor a su debacle, fue el propio PRI el que facilitó todo. Presidente del comité nacional del PRI, Humberto Moreira Valdez pactó con el gobernador de Puebla apoyar esa reforma electoral.
El famoso pacto del Estoril (restaurante de Polanco) es el primer dardo envenenado para el PRI poblano. Moreira, atendiendo la solicitud de la maestra Gordillo acepta apoyar la reforma electoral de Moreno Valle. Después de esa comida, la orden para el presidente local Juan Carlos Lastiri fue tajante: aprobar lo que el señor gobernador de Puebla ordenara.
De nada sirvieron las voces sensatas de priistas connotados quienes advertían la peligrosidad de aprobar esas reformas. Con un halo de soberbia Moreira contestaba: "vamos a ganar y luego le echamos abajo sus leyecitas".
Antes de quejarse, los priistas deben recordar ese hecho bochornoso de entreguismo hacia el habilidoso gobernador. Pero allá ellos.
Seguimos. Los priistas alientan la candidatura presidencia de Moreno Valle. El día del segundo informe del gobernador poblano, fueron los gobernadores priistas quienes lo arroparon, avalaron y engrandecieron. Aquí estuvieron todos o casi todos, para encumbrar a su nuevo líder. Los mandatarios de Nuevo León, Tlaxcala, Zacatecas, Querétaro, Tamaulipas, Hidalgo, Veracruz, Quintana Roo, Campeche, Colima, Yucatán, Aguascalientes, Chihuahua, Coahuila y Estado de México, vinieron a Puebla a aplaudirle a quien años más tarde va a competirles por Los Pinos.
Y qué decir de los diputados locales entreguistas, sometidos y vendidos por unos pesos, además de otros que están amenazados de ser desaforados e ir a la cárcel. Y qué decir de la entreguista gestión de Fernando Morales al frente del PRI. Y qué decir de los pleitos internos y la rebatinga por el poder que finalmente Moreno Valle les ha quitado paulatinamente.
Y para rematar, Miguel Angel Osorio Chong todo le concede. Dicho sea de paso, hasta le permite "vetar" delegados federales. Sí, aunque usted no lo crea. El secretario de Gobernación comete el error que todos los priistas: menospreciar al talentoso gobernador de Puebla.
El Verdugo
Moreno Valle le ha ganado todo a los priistas. Lo único que le falta en el futuro mediato es darle una paliza a Peña Nieto en las elecciones federales del 2015. El Verdugo dice: mejor háganlo priista otra vez.
Gracias