• Cultura

Museo Carrillo Gil revive el arte y activismo en su nueva muestra

  • Lizzette Vela
La exposición “Estampas de la Revolución mexicana” reúne 86 grabados del Taller de Gráfica Popular
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El Museo de Arte Carrillo Gil abre sus puertas a una exhibición histórica que entrelaza arte, política y activismo social. Se trata de Estampas de la Revolución mexicana, una muestra que presenta 86 grabados creados en 1947 por 16 artistas del Taller de Gráfica Popular (TGP), colectivo que marcó la producción artística con un fuerte compromiso político.

Bajo la curaduría de Víctor Palacios, la exposición destaca por mostrar por primera vez la colección completa, ya que en ocasiones anteriores solo se había presentado de forma fragmentaria. Esta muestra se complementa con otros dos proyectos: Una historia con muchas otras notas al pie, que revisa el acervo editorial del museo en su 50 aniversario, y Telar Pedregal, un mural fotográfico de Carolina Vélez inspirado en la obra de José Clemente Orozco.

El Taller de Gráfica Popular fue un espacio donde el arte y la política iban de la mano. Sus integrantes creaban obras en colectivo, discutiendo y reflexionando sobre los mensajes que querían transmitir. Palacios enfatiza que el TGP no solo producía grabados, sino que fomentaba un ambiente de diálogo constante, con un fuerte compromiso social y la convicción de que el arte debía ser un motor de cambio.

La muestra no se limita a la Revolución mexicana, sino que abarca un período más amplio, desde 1879 hasta los inicios de la Guerra Fría. A través de grabados en linóleo y papel de colores, la exposición retrata momentos clave de la historia de México, como la opresión de las clases desfavorecidas y la lucha de figuras como Francisco I. Madero, Emiliano Zapata y Francisco Villa.

Entre los artistas más destacados se encuentran Alfredo Zalce, Leopoldo Méndez, Alberto Beltrán y Arturo García Bustos. También resalta Mariana Yampolsky, quien a sus 22 años fue la única mujer en participar en esta producción y la primera en integrarse al colectivo, marcando un precedente en el arte mexicano.

La exposición se estructura en tres períodos históricos: el Porfirismo y la Revolución, la Etapa Reformista y la aspiración de un México moderno. A través de su recorrido, los visitantes pueden apreciar la evolución del país a través del arte, con imágenes que, como afirma Palacios, buscan grabarse en la memoria colectiva.

Junto a esta muestra, el museo presenta una revisión de su acervo editorial y una instalación que reinterpreta el concepto del telar como un medio de comprensión de la realidad. (JH) 

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