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Alfareros de Acteopan y Cohuecan eliminan el plomo de sus creaciones

  • Ernesto Álvarez
El proyecto fue impulsado por la organización Pure Earth México, con el apoyo de la Asociación de Cónyuges de Diplomáticos en México
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Alfareros de Acteopan y Cohuecan eliminan el plomo de sus creaciones

El proyecto fue impulsado por la organización Pure Earth México, con el apoyo de la Asociación de Cónyuges de Diplomáticos en México

Ernesto Álvarez

Familias de artesanos en los municipios de Acteopan y Cohuecan, al poniente del estado de Puebla, en la frontera con Morelos, han modificado la técnica de elaboración de sus piezas para que estén libres de plomo. Además, se instalaron hornos tradicionales con técnicas mejoradas, donados por organizaciones no gubernamentales.

El proyecto fue impulsado por la organización Pure Earth México, con el apoyo de la Asociación de Cónyuges de Diplomáticos en México (ACD), con la entrega de hornos especiales, uno en Acteopan y el otro en Cohuecan.

En estas comunidades, los habitantes emplean su talento para moldear piezas como ollas, cazuelas, jarros y comales, ahora sin el uso de plomo.

Los hornos fueron donados por la ACD, integrada por países como India, Suiza, Venezuela y Bolivia. Esta iniciativa representa un gran avance hacia una alfarería libre de plomo, más segura para la salud y el medio ambiente, promoviendo un futuro sostenible y saludable para todos.

Desde su fundación en 1999, Pure Earth ha trabajado en la descontaminación de sitios tóxicos, principalmente por plomo, en diez países incluido México. Sus acciones se enfocan principalmente en comunidades dedicadas a la alfarería.

 

Van por más hornos especiales

La Fundación Hipgive también anunció la construcción de tres hornos tradicionales mejorados en las comunidades de Acteopan con los que seis familias alfareras elaborarán sus piezas para un mercado de entre 4 mil y 5 mil compradores potenciales.

La alfarería, ahora libre de plomo, asegura que los alimentos y bebidas preparados en estas ollas y cazuelas sean seguros para el consumo. Antes, el calor del fuego provocaba que el plomo se desprendiera y se mezclara con los alimentos.

"Estos hornos, al estar completamente cerrados, alcanzan temperaturas de hasta mil grados centígrados, lo que permite fijar correctamente el esmalte sin plomo en las piezas de barro. Además, los alfareros ya no están en contacto directo con el humo y el fuego", explicó Karina Lozano, promotora de los hornos artesanales, quien destacó que el objetivo es mejorar la salud de las personas dedicadas a esta actividad.

Uno de los talleres artesanales más reconocidos por el Fondo Nacional de las Artes (Fonart) y la Secretaría de Cultura es el de Edelmira Aragón Baranda, en el municipio de Acteopan, por su producción de piezas libres de plomo. (APP)

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