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La lectura como refugio en la era digital: Juan Villoro reflexiona
Juan Villoro, escritor y periodista mexicano, nos enfrenta en su último libro, No soy un robot (Anagrama, 2024), a una reflexión profunda sobre la dependencia tecnológica y el papel de la literatura en tiempos de dominación digital. Con una perspectiva crítica hacia el mundo digital, Villoro nos invita a cuestionar la realidad que habitamos, donde los avances tecnológicos avanzan a pasos agigantados, mientras el ser humano se ve reducido a ser un mero espectador de su propia existencia.
El título del libro hace referencia a una frase común en los procesos de validación en línea: "No soy un robot". Según Villoro, esta frase simboliza mucho más que un simple trámite cibernético. Representa nuestra sumisión a un sistema donde los humanos, a menudo, dejamos de ser protagonistas de nuestras propias vidas. "Nos hemos vuelto adictos a los aparatos", señala el autor, quien critica cómo los dispositivos, que originalmente deberían ser una herramienta, se han transformado en un fin en sí mismos, reduciendo al ser humano a un objeto de consumo de datos.
Villoro también plantea que, en medio de este caos digital, la lectura emerge como una herramienta de resistencia. La literatura, según él, es un refugio que permite pensar por cuenta propia, escapar de la simplificación de los mensajes en internet y, lo más importante, conectar con otros de manera profunda. "La lectura nos rescata de la lógica binaria de las redes", afirma Villoro, destacando el poder de los libros para ofrecer una visión más compleja y enriquecedora del mundo.
El autor menciona, además, el impacto negativo de la tecnología en nuestra memoria y habilidades cognitivas. En un mundo donde la información está a solo un clic de distancia, hemos perdido la capacidad de recordar números telefónicos o de orientarnos sin la ayuda de un GPS. Este deterioro de nuestras habilidades, según Villoro, es una alerta sobre la creciente dependencia que tenemos de las máquinas, que, aunque facilitan nuestra vida, también nos alejan de nuestra esencia humana.
En este contexto, el escritor destaca que las alarmas sobre la inteligencia artificial y su capacidad para reemplazar a los humanos en diversas áreas laborales no deben ser ignoradas. Aunque la tecnología avanza, Villoro subraya que el verdadero peligro no radica en las máquinas, sino en quienes las controlan. En un mundo con figuras como Elon Musk o Vladímir Putin, la preocupación sobre el uso irresponsable de la inteligencia artificial es más que válida.
A pesar de las dificultades que plantea la tecnología, Villoro reafirma que el libro sigue siendo una herramienta insustituible. "El libro se inventó bien de una vez por todas", asegura, citando a Humberto Eco. La paradoja es que, en medio de la obsesión por declarar la muerte de ciertas formas de comunicación, el libro sigue siendo un refugio para el pensamiento profundo y autónomo, un recordatorio de que, más allá de los avances tecnológicos, el ser humano sigue siendo el centro de su propia historia. (LV)