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8M en Puebla queda enmarcado por una muralla de acero y polvo extintor

  • Fernanda Potenciano / Fernanda Escobedo
Fueron más de seis protestas las que este viernes se vivieron en Puebla, siendo el Zócalo donde con chorros de agua y polvo de extintor autoridades recibieron a las manifestantes
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No fue un viernes cualquiera en Puebla. Fue un viernes de lucha para las mujeres y hasta el Popocatépetl dejó de lanzar la ceniza para que las poblanas tomaran las calles. A lo largo del día fueron seis marchas, que trascurrieron con normalidad hasta que en pleno Palacio Municipal ocurrió lo peor: agua y polvo de extintor para repeler una de las marchas.

El Día Internacional de la Mujer no se vivió como otros años, fue más violento. No por la marea de mujeres, sino por la provocación con la que amanecieron tapadas la Fuente de San Miguel y el Palacio Municipal, paredes de acero que nunca se habían visto.

Sorprendió a todas, pues en otros años tapiaban los inmuebles oficiales sólo con madera y ahora fue una pared de acero. No se comprendía. Detrás del muro de acero ocurrió lo peor, policías hombres —todo parece indicar del Ayuntamiento de Puebla— sacaron extintores para repeler a las mujeres, también chorros de agua y, en algunos momentos, lo que aparentó ser gas lacrimógeno.

Se contabilizaron al menos dos mujeres lesionadas, una cuando se derribó uno de los muros de acero y otra más al final de la jornada, que se desvaneció al momento de que intentaron detenerla elementos oficiales.

También hubo reporteras bañadas en polvo de extintor y agua, gajes del oficio, es lo que hay.

Pese a los muros de acero que enmarcaron la sede del Ayuntamiento y la Fuente de San Miguel, la marea de mujeres no cejó. Permanecieron firmes con sus consignas, además, otros grupos continuaron con sus recorridos.

Fueron seis contingentes:  Voz de los desaparecidos, el Contingente Universitario, Frente Feminista Radical, Frente Poblano Contra Deudores Alimentarios, Frente Contra la Violencia Vicaria, y REDefine Puebla.

Cada uno tuvo sus recorridos, desde las 10 de la mañana las mamás de Voz de los Desaparecidos, y la jornada terminó casi a las 10 de la noche en el Zócalo de Puebla.

Las principales calles de Puebla estuvieron repletas de mujeres vestidas de verde, morado y algunas de negro. Sobre el bulevar 5 de Mayo iban y venían caminando de la Fiscalía General del Estado hacia el Zócalo, mientras otro grupo camino del Paseo Nicolás Bravo hacia el Zócalo y luego hacía la Fiscalía General del Estado.

Las calles del primer cuadro estuvieron llenas entre las 16 horas y hasta las 20 horas. No existía miedo, el miedo se sentía más de los uniformados por cuidar el Palacio Municipal y la Fuente de San Miguel, que cada año se repara.

Por las que no están, copal y justicia

La marcha por las mujeres que ya no están salió de El Gallito a las 5 de la tarde y llegó a una Fiscalía donde policías blindaron la entrada, pero también las esperaban cientos de mujeres que ya habían pintando de morado las calles de Puebla.

Justicia para Cecilia Monzón fue el grito que encabezó la marcha, ella fue una activista y abogada asesinada en 2022 y por la que hoy cientos de mujeres alzaron la voz.

Se escucharon nombres como Paulina Camargo, quien desapareció hace más de 8 años y se leyeron carteles en los que se denunciaron violaciones, acoso y todo tipo de violencia machista.

Mujeres, niñas, niños y hasta algunas mascotas se reunieron para recorrer las calles del Centro Histórico, de manera pacífica y ante la mirada del resto de la sociedad poblana observó uno de los movimientos más grandes que se han visto en la ciudad.

Las calles se sintieron vacías hasta que las voces femeninas inundaron las calles al grito de "Vivas se las llevaron, vivas las queremos" y más consignas feministas que reclamaron al gobierno sus omisiones y vejaciones.

Una madre, en sororidad con su nuera, denunció a su propio hijo de ejercer violencia vicaria contra su nuera; señaló que juntos procrearon a 4 niños, que hoy no cuentan con la pensión que les corresponde.

La marcha estuvo bendecida por el humo del copal de mujeres danzantes de la raza tradicional guerrera mexica y conchera, quienes acudieron en representación de las que ya no están y alzaron la voz también por las indígenas desaparecidas.

No, no fue un 8M cualquiera, fue más violento. Pero no por ellas, sino por la muralla que sorprendió a todos y de la cual salió polvo, gas, humo, agua, diversas materias que tuvieron el objetivo de frenar una protesta, una lucha que no tenía motivo alguno sino varios, pero quizá en el Palacio Municipal no lo entendieron.

Se usaron extintores para evitar incendios: Ayuntamiento

Después de la jornada de protesta, el Ayuntamiento de Puebla informó que se intentó resguardar a las participantes, se logró el aseguramiento de dos personas masculinas, quienes buscaron desestabilizar las marchas.

Además, autoridades municipales aseguraron que utilizaron extintores para evitar incendios y una contingencia mayor, pues las personas aseguradas estuvieron “lanzando combustible a las estructuras colocadas frente al Palacio Municipal”.

“Los actos vandálicos no representan de ninguna manera a las miles de participantes que marcharon de manera pacífica, y este grupo de desestabilizadores no representan el movimiento”.

De acuerdo con las autoridades en las marchas participaron más de 10 mil personas y “se desarrollaron en calma y sin contratiempos”.

Autoridades aseguraron que “en todo momento se aplicaron los protocolos de actuación correspondientes, especialmente en materia de Protección Civil, por el uso de fuego, y hubo presencia de visitadores de Derechos Humanos”. (CR)

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