En el marco de actividades por el 8M, Día Internacional de la Mujer, en Puebla se reunieron mujeres, familias y grupos feministas para manifestarse en pro de los derechos de las mujeres. El punto de reunión fue en el Paseo Bravo de la capital, a partir de las 3:00 de la tarde, donde con pancartas, consignas y cantos alzaron la voz para exigir visibilización y denunciar desde el acoso callejero hasta abusos sexuales.

En entrevista para e-consulta, algunas de las manifestantes expresaron su descontento con las autoridades debido a las negligencias cometidas, además aprovecharon para compartir experiencias personales y enviar mensajes de aliento a más mujeres.

Acoso en transporte público

Lupita compartió su experiencia asistiendo a la universidad cuando sufrió acoso por parte de un pasajero.

“En mi primer día de universidad tomé el transporte público, iba muy lleno, yo iba muy nerviosa y feliz porque era mi primer día estudiando la carrera que quiero. Cuando estaba por bajar, un hombre tocó mi trasero y yo me saqué de onda porque se supone que sería un buen día, pienso ¿por qué tendríamos que pasar por esto? Solo era mi primer día de clases”, recordó Lupita.

Por su parte Julisa es otra estudiante que ha vivido acoso callejero, la poblana lamenta esta situación, la cual se ha convertido en su principal exigencia para esta marcha: “Creo que alguna vez a todas las mujeres las han acosado en el transporte público, lo que queremos es poder caminar en cualquier lugar de la ciudad sin tener que ser acosadas”.

En contra de los estereotipos

Además del acoso, las mujeres se enfrentan a los prejuicios sociales y estigmas de género. Shulaska, quien es Drag Queen y estudiante de Derecho compartió su postura:

“Vengo desde los prejuicios de los estereotipos que ejercen a las feminidades acerca de cómo nos tenemos que maquillar o cómo nos tenemos que vestir las mujeres y pues aquí estoy yo […] El maquillaje, el peinado y la ropa pueden ser una declaración política. Desde las infancias hasta las mujeres que vienen aquí usando los colores distintivos del movimiento como el morado, el verde y el naranja están compartiendo un mensaje poderoso.”

Abuso sexual a menores

Algunas de las manifestantes vienen en familia, como Grecia con su hija Ximena acompañada por Verónica y su abuela Lucía. Unidas han hecho frente a su situación legal cuando al denunciar el abuso sexual de la menor la fiscalía falló a favor del agresor sexual.

“Venimos por todo lo que hemos vivido como familias y como individuos, sobre todo para que se haga justicia. Su papá abusó de ella -Ximena- y nos agredió durante muchos años y él anda libre porque la Fiscalía nos archivó el caso a razón de que ella tenía inconsistencia en la temporalidad de lo narrado y de las preguntas que le hicieron en psicología.”, relató Grecia con turbación.

La familia de mujeres invitó a las personas que viven una situación similar a no darse por vencidos y a denunciar todos los casos de abuso.

“Sean fuertes, sé que es complicado salir de ahí, pero se puede. Lo sé porque a pesar de que me costó muchos años, estoy aquí y al fin soy libre de él. Estudio Derecho y estoy a punto de graduarme y quiero ayudar a brindar justicia a más personas y no nos vuelvan oprimir la voz”, destacó Grecia más firme.

La lucha sigue por los derechos de las mujeres

Por otro lado, Sara, quien es miembro de un colectivo feminista reflexionó acerca de la participación de todas las mujeres en esta marcha y declaró que la lucha por conseguir un mundo con más libertad y derechos para todas las mujeres es un esfuerzo diario.

“Si no pudieron venir no está mal, no se sientan mal, el 8M no solamente es hoy, si salimos a tomar las calles, salimos a marchar, salimos a gritar y a exigir es para los 360 días del año. Seguimos juntas trabajando, llorando, abrazándonos, haciendo incidencia. Si no pudieron asistir habrá más actividades en las que puedan participar”. (AD)