Tras el exitoso caso de reubicación de la jirafa Benito, colectivos de protección animal en Puebla, pidieron ahora el rescate de la elefanta Ely que se encuentra en el zoológico Juan de Aragón de la Ciudad de México (CDMX).

Al respecto, el gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, afirmó estar en la disposición de ayudar en este nuevo caso: “Yo estoy seguro que sí en algo podemos apoyar desde Puebla, lo haríamos con mucho gusto”, dijo en el evento de bienvenida de Benito a la entidad.

Incluso recordó que, en el 2012, Africam Safari recibió nueve elefantes en riesgo de morir a manos de cazadores furtivos en África; no obstante, pidió esperar indicaciones de las autoridades de la Ciudad de México y permanecer atentos a las valoraciones de los expertos a cargo del estado de salud de Ely.

Mientras tanto, la elefanta conocida como la elefanta más triste del mundo, resguardada por el zoológico Juan de Aragón en la CDMX desde 2012, fue motivo de debate en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) por la petición de reubicación de la elefanta a un santuario en Brasil; no obstante, el juez concluyó que su traslado a un santuario no garantizaba una mejora en su vida.

¿Quién es Ely la elefanta?

Ely, la única elefanta en toda la metrópoli, conocida popularmente como “la elefanta más triste del mundo”, se encuentra actualmente en resguardo del zoológico Juan de Aragón en la Ciudad de México (CDMX).

Antes de llegar a la capital del país, formó parte del elenco del Circo Hermanos Vázquez durante dos décadas cuando la Secretaría del Medio Ambiente decidió adquirirla por 3 millones 460 mil pesos. Cabe aclarar que esta transacción se realizó antes de que la legislación mexicana prohibiera la presencia de animales en circos.

¿Por qué buscan un mejor hogar para Ely?

Asociaciones civiles, como Va Por Sus Derechos, Abriendo Jaulas, Abriendo Mentes y Animal Naturalis Internacional han denunciado el mal estado del paquidermo a consecuencia del largo tiempo que Ely pasó en el circo; muestra de ello, son los síntomas asociados al estrés por cautiverio, como la zoocosis, enfermedad que se manifiesta por medio de movimientos repetitivos, debido a la falta de estímulo físico.

Aunado a ello, señalan que muestra comportamientos de alarma como golpearse, recargar su cabeza contra la pared, lento andar, atorar los colmillos en puertas y barrotes, así como coprofagia (que consiste en comer sus heces).

Por ello en 2021, activistas iniciaron un litigio a favor de la elefanta Ely; el amparo se realizó ante un juzgado en la Ciudad de México, donde se solicitó transferir al espécimen al Santuario de Elefantes Brasil, el cual se ofreció a cubrir los gastos del traslado de Ely a sus instalaciones.

Sin embargo, al analizar la petición, el juez determinó negarla, por lo que tuvo que volver a promoverse en enero del 2023 en la Cámara de Diputados, donde se solicitó a las autoridades federales y de la Ciudad de México que se trasladará de manera urgente a la elefanta Ely a un Santuario en Brasil.

Para marzo del 2023, la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema) compartió la resolución del juicio de amparo promovido por un grupo de protectoras de animales en el caso de la elefanta Ely, donde se determinó que las condiciones para la especie en el zoológico de San Juan de Aragón son adecuadas para procurar en todo momento su salud y bienestar.

“No existen datos objetivos para poder afirmar que Ely sea objeto de malos tratos, tortura, egoísmo, crueldad o condiciones semejantes que pongan en riesgo su salud, su integridad o su vida y, en cambio, existe una gran diversidad de elementos verificables que dan cuenta de condiciones de alojamiento, salud, cuidado, atención, alimentación, medicación, vivienda y hasta esparcimiento que, valga reconocer, llegan a ser mejores que las que tienen millones de personas en este país”, declaró el juez.

En respuesta, el colectivo Salvemos a Benito señaló que la elefanta está enferma, ya que padece artritis en la pata delantera derecha, a consecuencia de la explotación a la que era sometida en sus espectáculos, donde la obligaban a trepar plataformas y a otros elefantes.

"Su recinto no tiene las adaptaciones que garanticen su salud física, ya que tiene 80 por ciento de concreto, y ninguna modificación al recinto va a resarcir el daño por el aislamiento que está generando, un daño casi irreparable a nivel mental”, mencionó el colectivo.

Por su parte, los colectivos de protección animal continúan reclamando la privación ilegítima y arbitraria de la libertad de la elefanta Ely, señalando que los derechos del animal se encuentran vulnerados, esto debido a que no se le ha permitido convivir con otros ejemplares de su misma especie, se le ha negado el derecho a la reproducción y a su desarrollo con otros elefantes, que naturalmente forman manadas de 10 a 20 miembros. (AD)