El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, celebró el inició de un nuevo año litúrgico al encender la primera vela de la Corona de Adviento 2022, signo que marca el inicio de los preparativos para Navidad.

Al iniciar la misa dominical, Sánchez Espinosa bendijo la corona compuesta con pequeñas ramas de árbol y cuatro velas, tres de color morado y una de color rosa. Luego, el líder de la grey católica encendió una de las tres velas moradas que simboliza, preparar el corazón, la vida y la familia al encuentro de Jesús.

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“Este domingo inicia el año litúrgico cristiano, con el tiempo tan hermoso del adviento. Viene la fiesta de la Navidad, la fiesta del nacimiento de Jesús por eso es un tiempo especial de gracia. Este es un tiempo especial de preparación espiritual para la venida del señor ya que nos dispone a celebrar el nacimiento de Cristo, pero también y sobre todo nos recuerda que necesitamos estar preparados para su venida definitiva al final de los tiempos”, expuso.

El arzobispo de #Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, enciende la primera vela de la Corona de Adviento, signo que marca el inicio de los preparativos para #Navidad pic.twitter.com/McacY6zEPb

— Periódico e-consulta (@e_consulta) November 27, 2022

Sánchez Espinosa llamó a los católicos a vivir esta época de manera activa, en oración y vigilantes. 

Además, resaltó la necesidad de rescatar los valores pues señaló se vive en una sociedad en donde hay inseguridad, violencia, criminalidad, feminicidios, por ello, se debe recuperar la justicia y la paz.

Enfatizó en que este tiempo de adviento debe ser un tiempo de atención y oración, además de hacer una reflexión personal sobre las acciones realizadas a lo largo del año.

“Desechemos las obras de las tinieblas y revistámonos con las armas de la luz, comportémonos honestamente nada de borracheras, nada de lujuria, nada de pleitos o envidias, más bien revístanse de nuestro señor Jesucristo”, enfatizó.

Finalmente, recordó que el adviento es “vivir la esperanza y estar preparados” esperando al que viene, por ello, pidió que, en este tiempo litúrgico, se realice una obra de caridad, una obra de amor, que llene de esperanza a nuestro prójimo y mejore el entorno que habitamos con una conducta digna de ser cristianos.