“Es una pena y tristeza lo que pasa en nuestra unidad y es claro que las autoridades nos han abandonado, pues ninguno de los casos anteriores tuvo justicia, la impunidad impera porque no somos ricos ni vivimos en colonias donde un asesinato sí se toma en cuenta”, reprocharon vecinos de la Unidad Habitacional Manuel Rivera Anaya, ante el reciente feminicidio de una joven de 22 años.

A través de redes sociales habitantes recordaron que en 2019 una mujer de 36 años identificada como Alejandra, fue asfixiada en su departamento, y en marzo de este año, Lizbeth, de 22 años, murió apuñalada en el cierre del carnaval.

A estos casos, que a la fecha siguen impunes, se suma el feminicidio de Rocío, una joven también de 22 años que el miércoles fue hallada muerta debajo de la cama en su departamento.

“Estamos en una descomposición social muy grave, donde cada vez los feminicidios, literalmente, ocurren a la vuelta de la esquina. Cualquiera puede matar sin compasión porque sabe que nada sucederá, que solamente la muerte se vuelve un número más. Descanse en paz nuestra vecina”, fue el mensaje que se difundió en grupos de vecinos.

A esta queja agregaron que la Unidad Habitacional está repleta de cantinas y venta de bebidas alcohólicas en vía pública, por lo que se observa cada vez más a menores de edad en estado de ebriedad. 

La noche de ayer una tía de Rocío llegó a buscarla a su departamento, en el número 502 del edificio 145, en avenida Las Torres, tras cinco días sin saber nada de ella.

Al ingresar, la encontró muerta, en estado de putrefacción, debajo de su cama y entre cobijas.

La mujer llamó al número de emergencias 911, por lo que paramédicos y policías municipales acudieron para confirmar el deceso y dieron aviso a personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) para realizar las diligencias correspondientes.