- Sociedad
Violencia vicaria: sufren madres ausencia de sus hijos en Puebla
Luz del Carmen se divorció de su esposo Valentín para poner fin a la violencia física, psicológica y económica a la que estuvo sometida, pero en venganza, su agresor le quitó a su hijo de siete años, a quien no vio durante año y medio. Ella es víctima de violencia vicaria, una de las múltiples expresiones de la violencia contras las mujeres.
María Fernanda tampoco celebró el Día de las Madres porque Juan Manuel le arrebató, con uso de violencia, a su hija cuando tenía apenas ocho días de nacida y, pese a que ya presentó una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE), el hombre continúa amenazándola y amagó con llevarse a la bebé fuera del país.
Este 11 de mayo se conmemora el Día Internacional contra la Violencia Vicaria y colectivos e integrantes del Frente Nacional contra la Violencia Vicaria en Puebla se manifestaron, primero, frente a la FGE y luego en el Congreso del Estado, donde exigieron la tipificación de este delito.
Los casos de Luz del Carmen y María Fernanda no son aislados, pero muchas mujeres no saben que son víctimas de este tipo de violencia y creen que su agresor no puede ser castigado por separarlas de sus hijos o hijas con el único fin de lastimarlas.
El Frente Nacional contra la Violencia Vicaria contabiliza en Puebla 35 casos, aunque reconoce que la cifra real es mayor. En un acto de desesperación, casi todas las víctimas han pensado en el suicidio.
Frente al edificio de la FGE, las manifestantes acusaron que los agentes del Ministerio Público no atienden este tipo de casos con perspectiva de género y, al igual que otras víctimas de violencia de género, terminan siendo revictimizadas.
“Quieren que mediemos con agresores que todo el tiempo nos han negado la convivencia con los menores. Justo ahora que venimos de forma pacífica pidiendo hablar con un representante de Fiscalía para expresar nuestras preocupaciones en las carpetas de investigación y lo primero que nos dicen es: sería bueno que los papás estuvieran presentes. Sí, también me encantaría que nuestros hijos estuvieran aquí”, reprochó Luz del Carmen.
En este punto y al grito de “no están solas”, mamás integrantes del colectivo Voz de los Desaparecidos se solidarizaron con las víctimas pues, al igual que ellas, este 10 de mayo no pudieron festejar con sus hijos o hijas.
La violencia vicaria tiene como único objetivo dañar a la mujer utilizando a sus seres queridos, principalmente hijos o hijas. El padre ejerce violencia sobre ellos, llegando a causarles incluso la muerte, solo para tener control y dominio de las víctimas.