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Pensaba que su teléfono no servía, pero sus hijos no le llamaban
La historia de una señora de la tercera edad que mandó a reparar su celular pensando que se estaba descompuesto, pues llevaba varios meses sin recibir llamadas de sus hijos, se hizo viral en redes sociales.
Lo único que se sabe hasta el momento es que la señora acudió a una Plaza de la tecnología con la intención de reparar su celular, ya que llevaba más de un año sin recibir una llamada de sus hijos, sin embargo, su dispositivo no presentaba ningún defecto.
El suceso se dio a conocer a través de redes sociales, donde circularon los videos del momento en el que la señora se presentó a los locales para pedir ayuda y hablar con sus hijos.
Una cámara de seguridad mostró el momento exacto en que llegó a un local explicando su situación: “Es que tengo más de un año que mis hijos no me contestan, y yo digo: '¿qué pasa?, pues el celular es el que no sirve.’ ¿Cómo no me van a hablar mis hijos?”.
“Le cobraría mil 500”, le responde el joven, a pesar de que el dispositivo no presentaba ninguna falla, de tal manera que, entre lágrimas, la señora decide irse del local, pues no podía costear tal cantidad. No obstante, otro chico que presenció la situación la llamó para saber si él podría ayudarla
“Fui con ese muchacho y me cobra un montón de dinero... Yo no tengo ese dinero, yo lo que quiero es hablar con mis hijos”, refiere la señora al nuevo joven, quien lo revisa y se da cuenta de que el celular no presenta ningún daño.
El chico le dice que no se preocupe por el precio que él se lo repararía sin mayor problema. Más tarde, decide llamar a uno de los hijos de la señora para explicarle la situación y así pudieran visitar y llamar a su madre con más frecuencia:
“Hola, mucho gusto, Aurora Hernández es tu mamá. Yo trabajo en la Plaza de la Tecnología. Me trajo un celular a arreglar que, porque no funciona, lo único que quiere es hablar con ustedes, no sé si pueda hacerle ese milagro. Le doy mis datos y todo por si gusta venir a verla. Hasta luego”, dijo el reparador.
Al momento de recoger su celular, la señora llegó del brazo de uno de sus hijos, quien, gracias a la llamada del chico de la plaza, acudió a visitar a su madre. Por su parte, el joven decidió no confesarle la verdad a la señora, a quien tampoco le cobró.