• Educación

Nervios y algunas lágrimas en regreso a las aulas en Puebla

  • Karen Meza
Casos de alta y reducida afluencia en el primer día de clases luego de 17 meses de pausa
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Después de 1 año 5 meses las aulas de las escuelas públicas de Puebla recibieron a los estudiantes para dar inicio al ciclo escolar 2021-2022.

Desde muy temprano, los alumnos llegaron portando cubrebocas, mascarilla gel antibacterial en la mochila para protegerse del covid.

Algunos menores de edad mostraron nerviosismo, tristeza y dejaron escapar algunas lágrimas porque no querían abandonar su hogar.

En los accesos, padres de familia y maestros aplicaron un protocolo sanitario: toma de temperatura, gel antibacterial y en algunos casos se cuestionó personalmente a los pequeños ¿estás enfermo tú o alguien de tu familia?

En escuelas como el Centro Escolar José María Morelos y Pavón hubo gran afluencia de alumnos, en comparación con la escuela primaria Benito Juárez en la que a 10 minutos de cerrar la puerta habían llegado menos de 20 estudiantes.

“Yo creo que lo que nos afectó fue el clima. Pero nos han dicho los papás que sí van a regresar, un 30 por ciento esperamos en la primera semana”, declaró una maestra de la escuela Benito Juárez.

Un pequeño de quinto año manifestó que quiso regresar a la escuela porque ya tenía malos hábitos y “sentía que no estaba aprendiendo nada”.

Su madre, Guadalupe, señaló que es mejor recibir información de un docente y que aunque se corre riesgo de contagio del virus, deben de retomarse las actividades escolares, pero con mayor protección.

En la primaria Héroes de la Revolución, los padres de la familia improvisaron un túnel purificador y la primera acción antes de entrar al salón era lavarse las manos.

Se pudo observar que a los menores les pidieron jabón, papel higiénico y gel antibacterial, como parte de los útiles escolares.

“Sabemos que no va a ser fácil. Los niños tenían el deseo de volver a la escuela y viendo esta situación decidimos jugárnosla, confiando que no pase a mayores. Vemos que se toman las medidas y la escuela está bien”, señaló Federico, padre de familia.

Raquel llegó por primera vez a las aulas de la mano de su papá, quien le entregó una bolsita extra con un cubrebocas y gel antibacterial. “No me tengo que quitar el cubrebocas”, explicó sobre las indicaciones que le dio su madre.

Lo mismo pasó con Naye, quien pasó a cuarto año de primaria y llegó  de la mano de su hermano, un año menor.

“Estoy nerviosa”, dice después de abrazar a su hermanito que llora porque no quiere ingresar a las aulas. “Yo quiero ir a clases porque me gusta estudiar”, añade.

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