La obra “Más Allá de la Muerte”, publicada en noviembre de 2024, da a conocer los resultados de una investigación única sobre una colección de objetos antiguos donada en 2012 al Museo Casa del Mendrugo en Puebla. La obra fue posible gracias al apoyo de la Fundación Casa del Mendrugo y el Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, que se unieron para investigar y validar la autenticidad de estos descubrimientos.

El abogado poblano, nacido en Oaxaca, Jorge Roberto Ortiz-Dietz, donó al museo diez cráneos esgrafiados, huesos largos y caracoles grabados, todos con un gran valor histórico y antropológico. Estos objetos, entregados al abogado hace cuarenta años por habitantes de la región zapoteca, mostraban grabados que evocan los códices mixtecos y relatan un antiguo simbolismo que cobra nueva relevancia.

Investigadores de la UNAM confirmaron que los grabados y el estilo de modificación cefálica de los cráneos se alinean con tradiciones oaxaqueñas. Las características de los restos sugieren que estos objetos fueron utilizados en ceremonias de alto rango, posiblemente como símbolos de prestigio en contextos sociales y políticos. La iconografía de los cráneos y huesos largos muestra patrones que se asocian con las culturas de Oaxaca, reflejando un profundo simbolismo.

La colección también incluye instrumentos tallados de hueso y ónix, cuidadosamente restaurados y catalogados. El análisis antropológico reveló que estos restos pertenecen a hombres y mujeres adultos, destacando la representación de la mujer en la cultura prehispánica, ya que algunos huesos podrían haber servido como cetros ceremoniales.

Esta publicación enfatiza la importancia de la tecnología prehispánica en la creación de estas piezas, que fueron grabadas con herramientas de obsidiana, resaltando su origen genuinamente antiguo. La falta de rastros de herramientas modernas valida su autenticidad, y estudios isotópicos indicaron patrones dietéticos típicos del México antiguo, ubicando su origen en Oaxaca.

"Más Allá de la Muerte” no solo representa un avance en la arqueología y antropología de la región, sino que también fortalece el vínculo cultural entre Puebla y Oaxaca, demostrando cómo estos legados contribuyen al entendimiento de las civilizaciones prehispánicas. (LV)