A sus nueve años de edad Josué cumplió su sueño: convertirse en soldado, como lo es su padre. Por un par de horas, recorrió las instalaciones de la XXV Zona Militar en Puebla, dejando de lado momentáneamente la batalla que libra desde diciembre cuando le detectaron un tumor cancerígeno en el cerebro.

Josué Onásis de la Rosa Sánchez participó este martes en el programa de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) "Soldado por un día", una de las tantas labores humanitarias que realiza una institución.

Un descanso en una batalla por los últimos cinco meses

María del Carmen Sánchez Ricaño acompaña a su hijo Josué en la travesía que este día el Ejército Mexicano le permitió realizar. Ataviado con un uniforme completo, botas y fornitura salió a la plaza principal de la Escuela Militar de Sargentos (EMS) como soldado honorario.

Jesús, el hermano menor de Josué también lo acompaña y observa a la distancia como porta la misma vestimenta con la que han visto a su padre, quien por cuestiones de trabajo se encuentra en Ensenada, Baja California.

El comandante de la XXV Zona Militar, Raul Gámez Segovia está a su derecha mientras ambos encabezan la ceremonia de honores al lábaro patrio.

Josué necesita fuerzas para una jornada diferente a la que ha vivido en los últimos meses tras detectarle un tumor cancerígeno, por lo que su primera parada es en el comedor de la EMS, el mismo que en febrero pasado inauguró el presidente Enrique Peña Nieto en el marco del Día de las Fuerzas Armadas.

Josué, destacado nadador y estudiante

Tras el desayuno, Josué aborda un humvee para ser trasladado hasta el gimnasio de la EMS. Ahí ve desde una silla de ruedas cómo los elementos de las fuerzas armadas realizan actividades de entrenamiento en la alberca olímpica.

El momento y el lugar sirven para recordar los no tan añejos logros de Josué, quien además de ser un estudiante destacado de tercero de primaria, tiene en su haber reconocimientos por competencias en natación y gimnasia.

Josué recorre otros espacios de las instalaciones: la biblioteca, los dormitorios y el museo. Mientras es guiado por el comandante Gámez Segovia, sus familiares lo siguen de cerca disfrutando el goce del pequeño.

Encabeza las prácticas para el desfile del 5 de Mayo

A unos días de que se realice el desfile cívico-militar conmemorativo a la Batalla del 5 de Mayo, Josué tuvo la oportunidad de autorizar el inicio del ensayo general del contingente de las fuerzas armadas.

Desde un podio, vio desfilar a los diferentes grupos que el próximo viernes recorrerán el Bulevar 5 de Mayo de la capital poblana, mientras los soldados, enfermeras y demás personal de la XXV Zona Militar pasa frente a él saludándolo.

Su madre no puede evitar el llanto cuando ve a su hijo interrumpir el saludo militar por el cansancio, que lo obliga a sentarse y pedir una bolsa para vomitar, un síntoma recurrente en los últimos meses y que lo ha hecho perder ocho kilos.

El primer niño en Puebla en recibir el cargo honorario

Sobre esta actividad, el comandante Raúl Gámez Segovia reveló que el caso de Josué es el primero en Puebla, logrado tras una convocatoria abierta, la cual tiene como objetivo cumplir el sueño de algún pequeño que como él, estén viviendo un momento duro.

La pausa de este día solo fue un preámbulo para la familia De la Rosa Sánchez, ya que dentro de unas semanas deberán viajar a la Ciudad de México para someter a Josué a la sexta intervención quirúrgica en los últimos cinco meses.

Aunque en febrero pasado le lograron extirpar el tumor que se alojó entre el cerebro y el cerebelo, aún deben solucionar las complicaciones pues el vómito se ha vuelto recurrente.

Aunque el Ejército Mexicano se ha visto envuelto en críticas por violaciones a los derechos humanos y autoritarismo, para algunos sectores de la sociedad también se convierte en una bocanada de alegría en medio de la crisis, permitiendo a niños como Josué cumplir un sueño en medio de la batalla contra el cáncer.

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