Alberto Jiménez Merino, ex coordinador de la campaña “sin candidata” de Blanca Alcalá Ruiz, afirma que no le “atormenta”, ni le “obsesiona” ser gobernador de Puebla pero se apunta por enésima vez para buscar el cargo en el 2018. Reflexivo, advierte que nadie en el PRI puede ganar por sí solo dichas elecciones, por lo que manda un mensaje velado a sus correligionarios “quien crea que trae consigo a las masas se engaña”.

En entrevista con e-consulta, el ex delegado de la Sagarpa en Puebla, subrayó que antes de pensar en el 2018, su partido debe hacer una “autocrítica” sobre los resultados de 2016. No obstante, afirma que cuenta con los merecimientos para buscar el cargo en dos años por “conocer el estado como nadie”, pero repara en que cualquier liderazgo en su partido tiene posibilidades, incluida la ex candidata, Blanca Alcalá.

Aunque reconoce que un segmento de la población en Puebla rechaza al ex gobernador Mario Marín Torres, descarta que haya sido un factor fundamental en la derrota de Alcalá e incluso sostiene que es cercano a él, ya que nunca negará a sus “amistades” por intereses políticos.

Asimismo, reprueba la promoción del gobernador Rafael Moreno Valle Rosas en estados como Quintana Roo, Tlaxcala y la Ciudad de México, en tanto que no descarta que llegue a una candidatura presidencial “siendo azul, amarillo o rojo”, debido a que está “obsesionado” con el cargo.

El 2018 no me atormenta

Jiménez Merino se convirtió en un político sin cargo desde que dejó la Delegación de Sagarpa para irse a la campaña de Blanca Alcalá.

Tras reunirse con un par de empresarios de otros estados y ataviado con un traje azul sin corbata toma asiento en la mesa compartida de un restaurante. Entonces repara que como ahora nunca ha buscado cargos a algún puesto de elección popular ni cuando fue rector de la Universidad Autónoma de Chapingo, de la que se graduó como ingeniero agrónomo.

“Lo que digo es que no busco trabajo sino responsabilidades. Si la gente me respalda estaré en el 2018. Pero no es una obsesión,no me atormenta. Lo mío es la búsqueda de proyectos, de soluciones para Puebla”.  

Sin titubear en los lugares comunes señala que “buscará en donde servir para apoyar mejor a la entidad”, respecto a la pregunta de si le interesa buscar el Senado de la República o de nuevo una diputación federal o local.

Se engaña quien cree que arrastra las masas

El entrevistado no esconde su interés por la gubernatura. Sin embargo advierte que ningún priísta pude ganar sin el apoyo de sus compañeros. “Quien crea que arrastra a las masas se engaña”, señala sobre sus correligionarios que intentan influir en la conformación de las dirigencias municipales y se promueven en redes sociales, aunque no aclara si se refiere a Juan Carlos Lastiri Quirós.

“Necesitamos estar juntos para ganar el 2018. A algunos los veo caminando, a otros los veo corriendo. Es una tentación que ya tienen varios. Así será muy difícil ganar. Aún no ha empezado el proceso formal, sin embargo a algunos ya les gana la tentación”.

Por eso censura las confrontaciones y los “golpes bajos” entre priístas y prefiere señalar que todos los liderazgos, incluida la propia Alcalá Ruiz tiene posibilidades de ser candidato o candidata.

Incluso reconoce que otra posibilidad es que el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) “designe a un candidato de fuera”, si los priístas de Puebla no se ponen de acuerdo.

El PRI se tardó en elegir candidata

Jiménez Merino concluyó en su análisis sobre la derrota de su partido el 5 de junio que esta se debió a tres causas. La primera, el rechazo que genera su partido a nivel nacional.

En la segunda de las causas, el también ex funcionario estatal hace una crítica a su partido: “el PRI se tardó en elegir a su candidata”.

Esta última, refiere, se suma a la percepción “ampliamente difundida” de que el candidato del PAN, José Antonio Gali Fayad, llevaba meses en campaña.

“Fue una elección tardía de candidata, mientras enfrente el candidato llevaba dos años de campaña, según se dice que con recursos públicos. Aquí se eligió a la candidata a finales de febrero”.

Sobre la primera de las causas, es decir el voto antipriísta, refiere que se combinó con un abstencionismo superior al 50 por ciento. “Los que votaron en una alta proporción lo hicieron en contra del PRI”, agregó.  

La tercera causa para Jiménez Merino es la supuesta intervención del gobernador Rafael Moreno Valle en los comicios a través delcontrol de los órganos electorales como el Instituto Electoral del Estado (IEE) y el Tribunal Electoral del Estado (TEEP).

“Vimos una operación en cuanto a la entrega de despensas. En la Mixteca repartieron sartenes. En la Sierra Norte también seentregaron cheques de apoyo a la sequía en pleno proceso electoral, todo eso ya lo denunció el PRI”.

Sin embargo, para él es un mito que la elección del 5 de junio estuviera “arreglada” para que el PAN ganara, por lo que en su opinión la dirigencia nacional del tricolor apoyó a la campaña en “todo momento”.

MMT no influyó en la derrota

Quien este año fue señalado de tener una aspiración por la mini gubernatura con el respaldo de Mario Marín no esconde su cercanía con el ex mandatario.

Asegura que nunca negará su amistad con el también llamado “Góber Precioso” y lo exculpó de la derrota de Alcalá. 

“Hay un segmento en la clase media alta donde todavía hay cierto rechazo hacia Mario Marín pero no fue un factor determinante. El ejército de enfrente lo utilizó como si se fuera a acabar el mundo. Para mí otros fueron los factores de la derrota”.

Asimismo, insistió que tiene cercanía con Marín Torres como la tiene con los ex gobernadores Melquiades Morales Flores y Manuel Bartlett Díaz, hoy operador del líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador.

“No entiendo por qué tenga que negar mis amistades. Es con quienes he trabajado. Ahí están sus resultados. Nunca niego amistades por conveniencia. La congruencia y el respeto por las personas es un valor más grande”.

Los traidores del PRI ya se habían ido

Jiménez Merino también exculpó a los colaboradores más cercanos de Blanca Alcalá de su derrota. Para él no “hubo traiciones” en la burbuja de la senadora.

“Vi a algunos actores operar en el ejército de enfrente pero ya tenían tiempo de haberse ido. De los que estuvimos ahí no me consta que alguien haya hecho algo así. Descarto esa situación. Hicimos lo que mejor pudimos”.

–¿A quiénes se refiere? –Preguntó el reportero.

–A Pericles Olivares y otros de ellos que ya tenían tiempo trabajando del otro lado. Dijo escuetamente.

Manifestó que entre los resultados que le entregó a la ex candidata destacan 62 mil votos a través de su estructura y amigos.

Reprobable el activismo de RMV

De igual forma, Alberto Jiménez Merino consideró “reprobable” el activismo del gobernador Rafael Moreno Valle, al tiempo de destacar que hay propaganda del mandatario en otros estados del país.

“Me parece reprobable su activismo como el de que cualquier otro funcionario que se promueva. Si esas acciones no son malas sí lo parecen por el manejo de recursos públicos”.

Sostuvo que no tiene elementos para afirmar si Moreno Valle puede ser o no el Plan B del Grupo Atlacomulco para el 2018 y se abstuvo de opinar si el panista tiene posibilidades o no de ser candidato de su partido”.

“Cuando ya se tiene una obsesión por ser te da lo mismo ser verde, amarillo o rojo. Todos los que se mencionan tienen posibilidades para serlo”.