María Eugenia Sánchez Alarcón exigió a las autoridades estatales que agilicen el proceso legal contra su ex pareja, el empresario Víctor Kuda Bayata, quien mediante influencias evade la justicia  para no enfrentar cargos por la sustracción de sus dos hijas Nicole y Caro, de 12 y 5 años de edad, respectivamente, a quienes no les permite ver a su mamá desde hace 8 meses, aun cuando ella tiene la guarda y custodia de las niñas.

Debido a la lentitud del gobierno del estado para resolver el caso, la madre de familia se vio en la necesidad de pedir la intervención del presidente de la República, Enrique Peña Nieto.

Sin embargo, al tratarse de un asunto de competencia local, lo único que pudo hacer el gobierno federal fue brindarle apoyo mediante el Sistema Nacional del DIF y ayudar a que la averiguación previa por sustracción de menores fuera turnada a la Agencia Especializada en Delitos Sexuales y Violencia Familiar, misma que posteriormente fue consignada ante el Juzgado de San Andrés Cholula, donde se liberó la orden de aprehensión contra Kuda Bayata, bajo el proceso 190/2015.

“Extrañamente, el mismo día que se liberó la citada orden de aprehensión (…) el señor Víctor Kuda Bayata se amparó, lo que corrobora el tráfico de influencias que siempre ha vociferado tener esta persona”,  relató María Eugenia en una carta que entregó en noviembre pasado al titular de la Fiscalía General del Estado (FGE), Víctor Carrancá Bourget.

Con el amparo, la libertad del empresario ya dependía de un juez federal, sin embargo, “el señor juez penal municipal le fijó una fianza irrisoria para que pudiera gozar de su libertad (…) y le obsequió auto de libertad por falta de elementos para procesar”.

“La autoridad ministerial, adscrita a ese juzgado municipal, sabedora que el inculpado no tenía la guarda y custodia, mínimo se hubiera opuesto a la concesión de la libertad provisional bajo caución y al monto de la misma, (…) sin embargo no hizo nada”, expuso la afectada a Carrancá.

El documento detalla que, además del proceso penal, Víctor Kuda enfrenta cuatro averiguaciones previas más: 4947/2013/Sur por simulación de acto jurídico; 6179/2013/Norte por amenazas; 6180/2013/norte por amenaza de muerte en agravio del hermano de María Eugenia, y 78/2014/Popul por lesiones, amenazas y tentativa de sustracción de menores.

De acuerdo con Sánchez Alarcón, en enero pasado Carrancá Bourget le respondió que iban a turnar las averiguaciones previas al Ministerio Público de Delitos Sexuales y Violencia Familiar, pero hasta el momento las denuncias continúan congeladas, mientras que Roberto Flores Toledano, presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), a quien también le hizo llegar una carta, no ha agilizado la apelación que ella interpuso para que se le revocara el auto de libertad dictado a Kuda Bayata.

Sin investigación, la encarcelan por violencia familiar

María Eugenia explicó que su ex marido siempre tuvo un comportamiento agresivo, aunque durante sus primeros 10 años de matrimonio nunca se tornó violento con ella hasta que su adicción al juego de apuestas lo llevó al límite, al grado de arriesgar el patrimonio de su familia.

“El problema empezó porque estábamos casados y él siempre ha jugado mucho, ha apostado mucho, entonces empezó a apostar cantidades muy fuertes, a perder mucho dinero por el juego. Empezó a tener depresiones muy fuertes y después tuvo cambios de carácter”.

“Empezó a tomar pastillas Tafil sin control de su psiquiatra y entonces yo me enteré que lo que causó todo el problema fue que pidió prestado a una señora. El caso es que las cosas se volvieron muy difíciles adentro de la casa, me empezó a controlar con gasolina, el dinero, empezó a amenazarme”, narró.

Debido a que no pudieron superar sus problemas y como la situación afectaba a sus hijas, María Eugenia decidió irse a vivir con sus hijas a la casa de sus padres, donde estuvo varios meses. Entonces inició un proceso de guarda y custodia que le fue otorgada por la Jueza Segundo de lo Familiar, Blanca Laura Ollivier Palacios, ante quien celebraron un convenio para que él pudiera ver a las hijas dos días a la semana.

“A partir de ese momento, el papá de mis hijas se tornó más violento y me amenazó con quitarme a mi hija la menor y con meterme a la cárcel”, dijo la madre de familia en la carta presentada a Carrancá Bourget.

Los problemas se acrecentaron y Víctor Kuda cumplió sus amenazas, pues el 28 de julio de 2015, cuando le correspondía la visita y convivencia con sus hijas, María Eugenia fue aprehendida por el delito de violencia familiar, a pesar de que la Fiscalía General del Estado (FGE) y el TSJ ya estaban enteradas de la disputa que tenía la ex pareja por la custodia de las menores.

Tras pagar una fianza de 58 mil pesos, María Eugenia salió libre ese mismo día, pero desde entonces no volvió a ver a las niñas, lo que la motivó a emprender el juicio contra su ex marido por la sustracción de las menores; sin embargo, el litigio se encuentra detenido por las supuestas influencias que maneja el empresario, quien fue uno de los organizadores del palenque de gallos y el casino de la Feria de Puebla 2015.

María Eugenia pidió a las autoridades que detengan el tráfico de influencias de Kuda Bayata y que procedan con su recaptura, pues manifestó que quiere una vida libre de violencia para ella y para las dos niñas, precisamente porque son mujeres. 

Además expresó que teme por su integridad y la de su familia debido al comportamiento violento de su ex esposo, por lo cual solicitó que se le haga una valoración psiquátrica, ya que -sostiene- ha llegado al grado de manipular y “lavarles el cerebro” a Nicole y a Caro para que ya no quieran ver a su madre, lo que pone en riesgo la salud mental y emocional de ambas.

Versión del empresario

Al notar que su ex esposa expuso el caso en medios de comunicación y emprendió la búsqueda de las menores en redes sociales, Víctor Kuda publicó un video en YouTube para asegurar que no tiene nada que esconder a las autoridades y aclarar que tampoco tiene secuestradas a Nicole y a Caro, pues afirma que las dos están viviendo en casa de su madre, en la ciudad de Puebla.

Argumenta que tuvo que tomar esta medida porque María Eugenia maltrataba a las infantes y no asumía su papel de madre.

Además, la culpa en todo momento de haber llegado hasta estos extremos y la acusa de tratar de “robar” el patrimonio de sus hijas al pretender que Nicole firmara un documento en el que la menor le cedía la propiedad de una casa que se encuentra a su nombre y está valuada en 10 millones de pesos.

En tono intimidatorio, el empresario le advierte públicamente a su ex esposa que termine con esta situación y “no lo provoque”.

También le recrimina el hecho de haberse ido de su casa y de “acabar con una familia”.

En el video, que dura 16:46 minutos, Kuda Bayata le recalca a la madre de sus hijas que es una criminal y que por eso mereció haber pisado la cárcel.

Un caso más de impunidad

Este caso recuerda mucho al de Saidy López, madre de la niña Carolina Fosado López, quien el 31 de enero de 2013  fue sustraída por su padre Alejandro Fonseca Marín, propietario de Grupo CIPSA -una planta de acero inoxidable, ubicada en Xicotepec de Juárez.

Ese día, Saidy también fue detenida por el delito de sustracción de menores. Aunque fue liberada la misma noche, jamás volvió a ver a Carolina y hasta la fecha mantiene su búsqueda sin el apoyo de las autoridades del estado.