En los últimos diez años se dejaron de cultivar en Puebla 500 mil hectáreas de terreno, además se produjo una disminución en la superficie de riego y crianza de ganado, a pesar de que el gobierno estatal ha destinado una inversión superior a los 580 millones de pesos en tecnificación del campo.

Daniel Flores Meza, integrante de la organización Renovación Perpetua, rechazó que el gobierno estatal esté impulsando el agro poblano, como destacó el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas durante su cuarto informe de gobierno.

De acuerdo con el activista, quien participó en el “Foro Ciudadano sobre la Gestión de Rafael Moreno Valle”, la inversión estatal para el campo en el estado de Puebla ha ido a la baja, pues en 2011 se le asignaron 152.1 millones de pesos y en 2015 fueron sólo 83.8 millones.

Esto significa una diferencia de 68.3 millones, es decir, una disminución de 44.9 por ciento en cinco años.

Repercute en producción

Los descensos también se han visto reflejados en una baja en la producción, esto debido a que en los últimos diez años se dejaron de cultivar 500 mil hectáreas de tierra y durante la actual administración 250 mil hectáreas ya no se utilizan.

De igual forma las cabezas criadas de ganado pasaron de 75 mil 488 en 2011 a 74 mil 566 para 2014, es decir, que se perdieron 922 cabezas de ganado.

Lo mismo sucede con la superficie de cultivos con riego tecnificado, que era de 155 mil hectáreas a principio de la administración y llegó a 152 mil el año pasado.

Mototractores no sirven

La única inversión que ha crecido y que por tanto realza el gobierno estatal es en mototractores, que en total suma 580.9 millones de pesos por la adquisición de 6 mil 583 equipos, lo significa que cada uno costó al erario público 88 mil 242 pesos en promedio, cuando su costo comercial es de hasta 30 mil pesos, según lo expuso en el foro.

Flores Meza leyó una parte del último informe de gobierno de Moreno Valle Rosas, donde se indica que la distribución de mototractores está destinada a la tecnificación de 54 mil 460 hectáreas de campo.

Sin embargo el también productor señaló que estos equipos son pesados, por lo cual deben ser operados por dos personas,además se han presentado accidentes con ellos, no existen refacciones en el país para componerlos y son muy rústicos para trabajar grandes extensiones.

Campo vive de milagro

A su vez Susana Rappo Miguez, investigadora de la facultad de Economía de la BUAP, señaló que a pesar de que los apoyos del gobierno estatal sólo llegan a poco más de 3 mil unidades productivas, de las 376 mil que hay en el estado, Puebla es el lugar 11 a nivel nacional en producción agrícola.

Lo que significa que los agricultores en el estado son eficientes a pesar de las dificultades que enfrentan, entonces si se invirtiera en dicho sector se podría no sólo llegar a los primeros lugares a nivel nacional, sino que se lograría la soberanía alimentaria,aumentarían los empleos y la capacidad de las familias para alimentarse.

La académica argentina destacó que en la entidad no se ve a los campesinos como generadores de alimentos y agentes productivos, sino como pobres que necesitan programas asistencialistas.

Más alimentos con agro

Ricardo Pérez Avilés y Héctor Bernal Mendoza, también académicos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), remarcaron el vínculo del decrecimiento agropecuario y la pobreza alimentaria.

Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) un millón 463 mil poblanos padecen carencias alimentarias, lo cual significa que uno de cada tres habitantes no tienen recursos suficientes para alimentarse.

Los especialistas mencionaron que mientras la producción del campo mexicano va a la baja, los precios de la canasta básica de alimentos va a la alza.

Por ello consideraron importante fomentar la producción agrícola, pecuaria y acuícola no sólo para el autoconsumo -ocho de cada diez campesinos siembran para comer-, sino como una actividad productiva que genera empleo y alimentos sanos, además que trae beneficios al medio ambiente al evitar el traslado de alimentos desde otros lugares.